La iniciativa fue adjudicada a la empresa Mecasfy que implementará el equipamiento para enfrentar la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.
El desafío es desarrollar tecnología y estudios que permitan preparar al sistema eléctrico nacional ante una integración masiva de los vehículos eléctricos, dicen los especialistas.
“Escenarios energéticos y el rol del hidrógeno”, fue el nombre del webinar realizado por el WEC Chile junto al Centro de Energía de la Universidad Católica y Siemens, donde también se vieron las tendencias claves que orientan el desarrollo en la materia a nivel mundial.
Este desarrollo mejora la dirección, la frenada y la trazada en curva, aumentando así la confianza durante la conducción diaria.
El tema será visto el 12 de junio en una conferencia online que organiza la Asociación de la Industria Eléctrica-Electrónica, donde se abordará la el presente y futuro de la investigación y desarrollo en las empresas del sector, la academia y la transformación productiva.
Basado en información de numerosos sensores y datos de inspecciones de superficie, un algoritmo monitorea más de 160 características relacionadas con la carrocería del vehículo y puede predecir la calidad de la aplicación de pintura con mucha precisión.
En el futuro las operaciones autónomas irán mucho más allá del equipamiento, abarcando procesos completos –en ingeniería, producción y actividades de soporte del negocio- lo que les permitirá autogestionarse y hacer cambios en condiciones cambiantes con muy baja o nula intervención humana.
El presidente Asociación de Industriales de Antofagasta, Marko Razmilic describe las posibilidades que existen con las energías limpias, puntualmente con el hidrógeno verde.
Documento de AVEC analiza las particularidades de ambas tecnologías, destacando el hecho que un motor eléctrico posee mejores características en cuanto a potencia y par motor, entre las que destacan principalmente su rango y su estabilidad para distinto número de revoluciones.
Reporte del organismo internacional también destaca la reducción en la tecnología fotovoltaica (82%), eólica (39%) y eólica marina (29%).
