Informe del BID adelanta ideas para transformar el transporte en la región

Ingeniero chileno colaboró en propuestas del BID para impulsar un cambio en la visión del sistema, desde la infraestructura a los servicios.


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El académico de Ingeniería de la Universidad Católica (UC) y director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), Juan Carlos Muñoz, junto a la doctora en Ingeniería Mecánica y Sistemas de la Universidad de Newcastle, Agustina Calatayud, participaron en el nuevo “flagship report” de Desarrollo de las Américas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Se trata del informe “De estructuras a servicios, el camino a una mejor infraestructura en América Latina y el Caribe”. Es la primera vez que el BID publica un documento emblema centrado en la infraestructura, como un factor clave para impulsar la recuperación de los países de la región post-pandemia.

Ambos investigadores colaboraron en discutir cómo los más recientes desarrollos tecnológicos podrían afectar la movilidad urbana y el desarrollo de las ciudades. El capítulo sobre transporte analiza cuatro tendencias tecnológicas convergentes (ACES, por sus siglas en inglés de Automated, Connected, Electrified y Shared) de los sistemas que transformarán de manera radical la forma en que se mueven las personas, especialmente en ciudades.

De mantenerse la misma tendencia de mayor posesión y uso del automóvil particular, el nivel de servicio brindado tenderá a decaer. Esto implica que los usuarios más vulnerables serán cada vez peor atendidos por un servicio deficiente en términos de accesibilidad y calidad”, destacó Juan Carlos Muñoz.

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El director del Cedeus prevé que las tasas de motorización aumentarían en casi un 40% llegando a 276 vehículos por cada mil habitantes hacia 2030, de mantenerse las tendencias actuales en la región. Para impedir este escenario, agregó, las autoridades deben pensar cómo apalancar las nuevas tecnologías con las viejas recetas.

“De ahí la importancia de transformar el transporte de una manera sin precedentes, a través de un sistema autónomo, conectado, eléctrico y compartido”, explicó el profesor de Ingeniería de Transporte y Logística UC.

 Electromovilidad

Para Juan Carlos Muñoz, la movilidad eléctrica puede reducir las emisiones de CO2 y la movilidad compartida y conectada puede optimizar los viajes y disminuir la congestión. Los vehículos autónomos, en tanto, pueden mejorar la movilidad y eficiencia del transporte público.

Aunque la región presenta un atraso en relación a quienes lideran estas tendencias, los investigadores valoran las medidas de algunos países hacia la electromovilidad. Por ejemplo, Chile fue uno de los primeros en cambiar parte de su flota de buses de transporte público a buses eléctricos.

“Para impulsar la recuperación de los países de la región post-pandemia, hoy el desafío de los gobiernos es identificar e implementar las políticas necesarias para transformar el transporte público, en un medio masivo de alta calidad y tecnológicamente avanzado, con buena conectividad intermodal desde los servicios que los alimentan”, adelantó el director del Cedeus.

El ingeniero chileno dijo que la importancia del transporte de superficie para la calidad de vida de los usuarios, debería reflejarse en cómo se asigna el espacio disponible entre peatones, bicicletas, transporte de carga, buses y automóviles. “Nuestro foco debe estar en los servicios que entrega la infraestructura, más que en la infraestructura por sí sola”, agregó.

Los colaboradores del informe del BID proponen a las autoridades probar las tecnologías autónomas en los corredores segregados donde funcionan los buses. Estas soluciones que ya están presentes en las líneas de metro de Santiago y Sao Paulo, mejoran la seguridad, el desempeño y la experiencia de los usuarios.

Al dedicar más tiempo a los desplazamientos diarios al trabajo, la salud mental también puede deteriorarse. Los viajes más largos reducen la satisfacción con el empleo y la productividad, aumentan los niveles de estrés general de los viajeros y los hacen menos felices”, sentenció Juan Carlos Muñoz.

Entre los factores que influyen en la calidad de vida los habitantes de las megaciudades de la región, el transporte está entre las cinco preocupaciones prioritarias, junto con la seguridad, la transparencia, la desigualdad y la participación ciudadana.