Volvo Cars anunció su participación oficial en la Coalición “Accelerating to Zero”, que se presentó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), en Sharm El Sheikh (Egipto).

Los participantes de esta congregación se comprometieron a facilitar y aumentar el ritmo de transición hacia la movilidad cero emisiones, en base a la Declaración de Glasgow, quienes trabajarán para que el 100% de las ventas globales, de automóviles y vehículos de trabajo, consideren propulsión eléctrica en 2040. Mientras que, para los principales mercados como Europa, China, Japón y Estados Unidos, este plazo debe cumplirse en 2035.

Accelerating to Zero responde a la necesidad de crear una plataforma internacional para el impulso de fabricación de vehículos con cero emisiones (ZEV). A través de una estrecha colaboración, se espera establecer las condiciones adecuadas para desarrollar todo tipo de vehículos, incluso mediante la electrificación de las flotas corporativas y el desarrollo de una completa red de carga.

Con el objetivo de convertirse en un fabricante totalmente eléctrico en 2030, Volvo Cars pretende influir en el ritmo de la transición de la industria automotriz hacia la electrificación total.

El anuncio se produce días después del lanzamiento del nuevo buque insignia de Volvo Cars, el EX90. Luego de este hito, la marca pretende lanzar un nuevo automóvil cero emisiones anualmente durante los próximos años.

Ambición climática

La firma escandinava se unió a otras 200 empresas y organizaciones de la sociedad civil para hacer un llamado a los gobiernos para que mejoren su ambición climática y sus resultados, organizado por la coalición We Mean Business.

Pese al compromiso adquirido durante la COP26 y la firma del Pacto Climático de Glasgow, solo 29 de los 194 países han establecido un objetivo para reducir la huella de carbono y el calentamiento global, el cual establece como límite 1,5°C la temperatura máxima para el calentamiento global.

Durante una mesa redonda organizada por Volvo Cars, el director de sostenibilidad, Anders Kärrberg, anunció que la marca se adhiere a la iniciativa Call on Carbon. Junto con Inter IKEA, H&M Group, SSAB y otros, la iniciativa insta a los gobiernos a introducir un marco de políticas efectivo para la fijación de precios del carbono.

“Reconocemos el papel que tiene la fijación de precios del carbono para ayudar a combatir el cambio climático“, dijo Anders Kärrberg.

“Al anunciar nuestro precio interno del carbono de 1.000 SEK (coronas suecas) por cada tonelada de emisiones de carbono en la COP26, nos convertimos en el primer fabricante de automóviles en aplicar un mecanismo global de fijación de precios del carbono, que cubre las emisiones de toda su cadena de valor”, añadió.

Según la compañía, el llamado a los Estados demuestra la voluntad de Volvo Cars de contribuir con la transformación de la industria automotriz hacia un futuro más sostenible. De esta forma, consideran que es urgente trabajar hacia la reorganización de los mecanismos financieros que establezcan el límite de 1,5°C la temperatura máxima para el calentamiento global.

Estos mecanismos podrían facilitar que los inversionistas mantengan estable sus negocios, así como apoyar una transición justa para los trabajadores, agricultores, familias y comunidades que se verán afectadas como resultado de estos cambios.