Un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) muestra sobre cómo los gobiernos apoyan las empresas emergentes de energía limpia, revisando los diferentes enfoques adoptados en países de todo el mundo, donde se destaca el caso de las start up en Chile, bajo los programas de financiamiento que entrega Corfo.

Según en documento, «las tecnologías energéticas son cada vez más digitales, electrónicas, centradas en el consumidor y modulares. Algunas de las mentes más brillantes y creativas del mundo están comprometidas con la construcción de las piedras angulares del sistema de energía limpia del mañana».

«En muchos casos, las medidas y programas implementados por los gobiernos han sentado las bases para el éxito en este sector, que a veces se denomina «tecnología limpia» o, más recientemente, «tecnología climática». El apoyo del sector público para ayudar a las empresas emergentes a llevar nuevas tecnologías de energía limpia al mercado ha aumentado considerablemente desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015″.

Corfo

El informe menciona el trabajo de Corfo para apoyar a start up: «Si bien no es específico de energía, ha realizado convocatorias para empresas emergentes exclusivamente de energía y, por ejemplo, apoyó a las nuevas empresas chilenas Endurance Electric, un proveedor de energía solar fotovoltaica fuera de la red a través de una aplicación de pago, y Quempin, que ayuda a los clientes industriales mejorar la eficiencia de la combustión. Además, ha apoyado a start-ups no chilenas Aerial Power (anteriormente SolarBrush), un desarrollador anglo-alemán de un dron sistema para la limpieza de energía solar fotovoltaica, y Seeder, que facilita la energía renovable proyectos en China, entre otros».

«Las empresas emergentes pueden recibir hasta el equivalente a US$300.000 en servicios de aceleración de Start Up Chile. Estos incluyen un equipo asesor que se reúne con los beneficiarios cada mes, talleres sobre diversos servicios comerciales, entrenamiento de pitch y visa soporte de aplicaciones para destinatarios en el extranjero. Start-Up Chile también ha negociado servicios externos con descuento, incluido almacenamiento en la nube, software y asesoramiento legal, entre otros», se plantea.

También se menciona la experiencia de la iniciativa Start Up Chile, señalando que ha proporcionado más de
US$75 millones de recursos públicos.

Eso sí, el informe sostiene que, si bien se han realizado algunas convocatorias relacionadas con el mundo de la energía, el sistrma de innovación en torno a energías limpias sigue siendo débil en este ámbito. «Además, para las empresas emergentes que desarrollan hardware de energía a gran escala, los fondos e instalaciones disponibles en Start-Up Chile son insuficientes para demostrar tecnologías».