Nueva tecnología utiliza CO2 para acceder a minerales críticos

La iniciativa, creada por investigadores de la Universidad de Texas (Estados Unidos), podría ayudar a reducir los gases de efecto invernadero.


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Una nueva tecnología creada por investigadores de la Universidad de Texas, en Austin (Estados Unidos), podría ayudar a reducir la cantidad de energía necesaria para acceder a minerales críticos vitales para las tecnologías energéticas modernas, y capturar gases de efecto invernadero en el camino.

Desde la casa de estudios explicaron que la transición de la energía del mundo a tecnologías, y fuentes con bajas emisiones de carbono requerirá, en parte, enormes cantidades de litio, níquel, cobalto y otros minerales críticos que existen en bajas concentraciones en la corteza terrestre.

Destacaron que la extracción de esos elementos requiere mucha energía y produce desechos, lo que puede afectar negativamente al medio ambiente y generar cantidades significativas de emisiones de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2).

Esta investigación –sostuvieron desde la Universidad de Texas- podría convertir estas emisiones en una herramienta mediante el uso de CO2 para debilitar la roca que contiene minerales críticos, reduciendo la cantidad de energía necesaria para la minería.

El objetivo final es reducir las emisiones producidas durante la minería, almacenándolas de manera segura en las rocas y, potencialmente, incluso, hacer que la minería sea negativa en carbono (almacenando más carbono del que se produce) al canalizar y almacenar las emisiones de CO2 de otras operaciones industriales.

Reacción de las rocas al carbono

Los científicos de Texas detallaron que este almacenamiento de CO2 es posible debido a la forma en que las rocas ultramáficas, que normalmente contienen minerales críticos, reaccionan con el carbono.

El CO2 reacciona químicamente con la roca para romper mecánicamente su estructura, lo que hace que los minerales sean más fáciles de extraer y consumen menos energía. Esta reacción también convierte parcialmente la roca en piedra caliza, incorporando el dióxido de carbono a la estructura mineral y almacenándolo permanentemente.

Estibalitz Ukar, científica investigadora de la Oficina de Geología Económica de la Escuela de Geociencias UT Jackson, explicó que “los procesos de minería crean una gran cantidad de CO2 como subproducto”.

Agregó que “si puede capturar lo que se produce en la mina, entonces puede idear una operación de bajas emisiones, lo cual es bueno, pero queremos usar las propiedades reductoras de CO2 de las rocas ultramáficas para ayudar a eliminar aún más CO2”.

Perfeccionamiento de la técnica

Desde la casa de estudios indicaron que Ukar lidera un equipo de científicos que está trabajando para perfeccionar la tecnología minera, que cuenta con el respaldo de una subvención de US$5 millones de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de EE. UU.

El proyecto trabajará para refinar el método de extracción en el laboratorio durante dos años antes de hacer una prueba de campo a gran escala en asociación con Canada Nickel Company.

Está previsto que la prueba de campo se lleve a cabo en uno de los 20 yacimientos minerales recientemente descubiertos cerca de la frontera entre EE. UU. y Canadá que, se pronostica, serán una nueva fuente importante de minerales críticos en América del Norte.

El proyecto también haría que los depósitos de baja ley fueran económicamente más viables, un paso importante para aumentar el suministro disponible de minerales críticos producidos en el país.

La demanda es alta ahora, pero veremos un gran aumento en los próximos tres a cinco años a medida que hagamos la transición a tecnologías de bajas emisiones, como los vehículos eléctricos”, dijo Ukar, quien aseveró que “necesitamos satisfacer la demanda encontrando formas creativas de reducir costos y emisiones, encontrar nuevas fuentes de metales y hacer que las minas del futuro sean más sostenibles. Y tenemos que hacerlo rápido”.

La Universidad de Texas aseguró que el proyecto es parte del programa Mining Innovations for Negative Emissions Resource Recovery, una nueva iniciativa que tiene como objetivo desarrollar tecnologías listas para el mercado que aumentarán los suministros domésticos de elementos críticos necesarios para la transición a energía baja en carbono o libre de carbono.

La investigación reúne la experiencia de científicos de la Oficina de Geología Económica y el Departamento de Ciencias Geológicas de UT Jackson School, así como investigadores de los departamentos de Ingeniería de Petróleo y Geosistemas e Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Mecánica de UT; Universidad de Colombia; la Universidad de Berna; y Carbfix, un proyecto con sede en Islandia que utiliza un método similar para almacenar CO2 en basalto.