Sede de Porsche Engineering en China trabaja en la conducción autónoma y la movilidad eléctrica

Para 2030, China espera que el 15% de todos los vehículos del país estén altamente automatizados y que el 10% de ellos se desplacen de forma autónoma.


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Desde 2015, Porsche Engineering ha llevado a cabo proyectos de ingeniería en China para sus clientes locales. Las principales áreas de investigación son los sistemas de suspensión, la carga eléctrica de alta potencia y el desarrollo de software.

Además de los fabricantes de equipos originales chinos, entre los clientes más importantes también están empresas del Grupo VW.

Con los grandes cambios en el mercado, la experiencia de Porsche Engineering está cada vez más solicitada, considerando que China está avanzando hacia una economía de alta tecnología, con una clase media numerosa, bien formada y con recursos económicos.

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El Gobierno también tiene planes ambiciosos: China quiere que el vehículo inteligente y conectado (ICV) sea común en sus carreteras en 2025 como muy tarde. El objetivo es que todos los vehículos se comuniquen en tiempo real y compartan datos, por ejemplo, sobre el tráfico congestionado.

Además, para 2030, China espera que el 15% de todos los vehículos del país estén altamente automatizados y que el 10% de ellos se desplacen de forma autónoma. Esto confiere al mercado chino una enorme influencia en el futuro del automóvil.

“Todo comenzó con el diseño del chasis”, explica Kurt Schwaiger, Director de la División de Porsche Engineering Shanghái, quien agrega que “con eso nos hicimos un nombre aquí”.

Actualmente, esa área se ha transformado en sistemas de suspensión completos con una electrónica muy avanzada: dirección en todas las ruedas, estabilizadoras, tracción total, suspensión neumática.

“En los últimos dos años, el interés de los clientes por los sistemas de suspensión electrónica ha aumentado significativamente”, añade Schwaiger.

Software

La División de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (E/E) se ocupa de todas las unidades inteligentes para el control de un vehículo. Los especialistas de Porsche Engineering en Shanghái siempre empiezan por desarrollar el software para que se ajuste a las especificaciones de sus clientes, antes de comprobarlo en los bancos de pruebas HiL (hardware-in-the-loop).

Se trata de un sistema de prueba que simula las condiciones reales, de forma que el dispositivo que se esté probando responda como si estuviese verdaderamente en un vehículo. Con este sistema, es posible comenzar la fase de desarrollo antes incluso de disponer de prototipos.