El número de autos conectados superará los 700 millones en 2025 y 21 millones de vehículos autónomos serán vendidos cada año a partir de 2024, según cifras del estudio Connected Cars de Analysys Mason.

La evolución de las tecnologías, junto con la generalización de la conectividad a bordo y el despliegue de redes móviles de banda ancha (LTE, LTE/V2X, 5G), permitirá el acceso continuo de datos a los fabricantes de automóviles, a las compañías de gestión de flotas, empresas de seguros, y también el desarrollo de nuevas soluciones destinadas a usuarios finales.

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Al respecto, Leandro Laporta, director de Arquitecto de Soluciones y Alianzas para América Latina de Orange Business Services, asegura que el análisis de los datos de uso del vehículo permite la transmisión de información y consejos al conductor para mejorar su conducción y optimizar el consumo. “La comodidad, así como la de los pasajeros, mejora mientras se genera una ganancia económica y ambiental, mientras que la interconexión de datos promueve la mejora y el despliegue de nuevos usos durante los viajes”, señala el especialista.

Por otra parte, la recolección de información en tiempo real, gracias a la conectividad, permite facilitar la ruta y recorrido en función del estado del tráfico. “Muchos servicios se están desarrollando en base a estos datos dinámicos: estacionamiento inteligente, indicando los espacios libres más cercanos, o las aplicaciones de GPS que proponen un trayecto de acuerdo a las condiciones del tránsito en tiempo real”, detalla Laporta.

Modos de movilidad

Los desarrollos tecnológicos, junto a las dinámicas de uso que se están incorporando, conllevan un reordenamiento en lo relacionado a la forma como nos transportamos.

Es así como los nuevos modos de movilidad se democratizan, incluido el vehículo eléctrico que se vuelve accesible gracias a los fabricantes de automóviles que ahora ofrecen una suscripción para el alquiler de la batería del vehículo. “La autonomía mejora y el conductor sabe en tiempo real, gracias a la navegación conectada, sus posibles caminos, dependiendo del nivel de batería, de los usos del vehículo, del tráfico y de la ubicación de las estaciones de carga disponibles a lo largo de su trayecto”, resalta.

En esa línea, el ejecutivo considera que el modelo de vehículo de “un solo uso”, en contraste con la compra de un vehículo se convierte en una realidad.

“Las poblaciones metropolitanas, cuyas necesidades de un vehículo varían, tienden a un consumo “bajo demanda” para usos específicos o que le permitan de acceder a modelos de desplazamiento adaptados a su recorrido. Estamos presenciando un crecimiento de soluciones de alquiler gracias a la conectividad del vehículo y su ecosistema, pero también del uso compartido del automóvil”, menciona el director de Arquitecto de Soluciones y Alianzas para América Latina de Orange Business Services.