Las ventajas del modelo eléctrico Taycan de Porsche y su sistema de 800 voltios
Al duplicar el nivel de voltaje, la corriente se puede reducir en el vehículo mientras la potencia permanece igual, acortando así la sección transversal de los cables.
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Una serie de particularidades técnicas presenta el modelo Taycan, el auto eléctrico de Porsche.
Por ejemplo, es el primer vehículo de serie que ofrece una tensión de 800 voltios en lugar de los 400 voltios habituales de los automóviles eléctricos. Esto permite unas cifras de potencia elevadas y constantes, lo que implica una disminución del tiempo necesario para la carga, junto con una reducción del peso y el espacio destinado al cableado.
Precisamente la reducción de los tiempos de carga, la rebaja de peso y lograr un buen nivel de autonomía son los grandes desafíos a los que se enfrentan los vehículos puramente eléctricos de altas prestaciones.
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Desde la automotriz explican que la potencia puede aumentar con un incremento de tensión o de intensidad. El aumento de la intensidad hace que tanto los enchufes como los cables sean más pesados y, por lo tanto, más difíciles de manejar. En cambio, aumentar el voltaje puede mejorar significativamente el rendimiento de carga sin sacrificar la facilidad de uso.
En comparación con el aumento del nivel de intensidad, incrementar la tensión también tiene la ventaja de que las pérdidas adicionales debidas a la resistencia son menores. Al duplicar el nivel de voltaje, la corriente se puede reducir en el vehículo mientras la potencia permanece igual, acortando así la sección transversal de los cables.
Estructura y peso
En la batería Performance Plus de dos capas, de serie en los Taycan Turbo y Turbo S y opcional en el Taycan 4S, hay 33 módulos, formados por doce elementos individuales cada uno (en total, 396). La capacidad total es de 93,4 kWh.
En las celdas, el conjunto de electrodos no está contenido en una carcasa rígida, sino en una película flexible de material compuesto. Esto permite aprovechar al máximo la estructura rectangular de la batería y reducir el peso.
Cada uno de los módulos tiene una centralita electrónica interna para supervisar la tensión y la temperatura, y está conectado a los demás a través de barras conductoras.
Los reposapiés (unos huecos ganados a la batería en el espacio para los pies de la parte posterior) proporcionan la máxima comodidad en los asientos traseros y permiten conseguir esa altura rebajada típica de los deportivos.