Motos eléctricas: el boom que explotó en Cuba
Se estima que actualmente hay más de 200.000 unidades en la isla.
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Debido a la escasez de combustible causada por las sanciones nortemericanas contra los barcos que proveen petróleo venezolano a Cuba, en los últimos meses han comenzado a multiplicarse largas colas en las estaciones de bencina.
Lo anterior ha ido provocando un cambio en las calles de La Habana , donde el sonido característico de los motores de las viejas motos a combustión está siendo reemplazo por aquel mucho más sueva de los motores eléctricos. Según reportes local, las motos eléctricas llegaron a Cuba en 2013 y desde entonces han sido adoptadas rápidamente por los ciudadanos.
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Libres de impuestos
Desde la revolución de 1959, las motocicletas y los scooters eléctricos son los primeros vehículos en poder ser importados a Cuba. Muchos cubanos, conocidos como “las mulas”, van de compras a Panamá, México o Miami, desde donde envían dos scooters al año libres de impuestos.
El Estado también comercializa estos vehículos eléctricos de dos ruedas, pero solo en moneda extranjera. Una estrategia económica por parte del gobierno para absorber las divisas que salían de la isla y reponer sus arcas.
El país también presenta una ventaja logística: las baterías pueden recargarse gracias a una electricidad de bajo costo, 100% producida en Cuba por las plantas de energía.
Se estima que actualmente hay más de 200.000 motos eléctricas en Cuba. Con esta llegada masiva a las carreteras cubanas, la policía exige ahora el uso de cascos, una licencia de conducir y pronto que se registre el vehículo.
Aunque las motos y los scooters eléctricos resuelven principalmente un problema de transporte, también prevalece el argumento ecológico. El taxista Osdanys Fleites creó el club Moto Eléctrica Cuba, que ya cuenta con más de 80 miembros: “Antes, la mayoría de nosotros tenía motos de gasolina, motos rusas, estadounidenses, checas, pero con el cambio de generación, las energías renovables, las nuevas motos y las nuevas tecnologías, quisimos cambiar nuestras motos. Es bueno para la capa de ozono y el medio ambiente”, comenta al medio RFI.
Los fines de semana, los miembros de los clubes de motos eléctricas de La Habana se reúnen para desfilar y organizar acciones ciudadanas a favor del medio ambiente.