Acera: la electromovilidad debiera terminar con sustitución total de motores de combustión
El director ejecutivo del gremio, Carlos Finat, señala a ElectroMov la necesidad de que las personas cuenten con instrumentos financieros para avanzar en generación distribuida en los hogares y así poder cargar los vehículos eléctricos.
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Varias aristas de desarrollo tiene la electromovilidad en Chile como una cadena de valor en materia de servicios energéticos, asegura a ElectroMov, Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera A.G.).
Y es que, a juicio del especialista, el avance que tiene la movilidad eléctrica también va de la mano de otras tecnologías que irrumpen en el sector eléctrico, como la generación distribuida principalmente, además del futuro que tienen las baterías de almacenamiento domiciliario, por lo que plantea la necesidad de crear instrumentos financieros para que los clientes finales accedan a estos servicios.
¿Cuál es el análisis que actualmente tienen en Acera respecto al desarrollo de la electromovilidad en Chile?
Vemos un desarrollo incipiente a través de los buses que se han traído para el transporte público y una cantidad bastante modesta de autos eléctricos, a lo que se suma una infraestructura básica de cargadores que ya cubre alguna parte del territorio nacional, aunque es una cantidad pequeña. En todo caso, esto es una demostración de que la electromovilidad ya se inició y que debiera terminar en una sustitución total de los motores de combustión interna o diésel, y con la eliminación de los combustibles líquidos para efectos de transporte.
¿Cuál es la ventaja que aprecian para Chile?
Contamos con energías renovables de manera que en los años siguientes tendremos una creciente participación sobre lo que ya hay, para poder entregar energía renovable a la carga de los vehículos. Hoy día un auto que se carga con energía eléctrica tiene un componente renovable, pero 40% de eso esta siendo carbón y el 20% es gas natural, por lo que no es un auto limpio, en términos de que está arrastrando la huella de carbono de esa matriz.
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En descarbonización se inició el retiro de las primeras unidades generadoras de carbón, ¿cómo puede contribuir la electromovilidad para profundizar este proceso?
La electrificación de los vehículos traerá un aumento de la demanda eléctrica, por lo que hay que adecuar todo el sistema eléctrico para eso. En primer lugar está la salida de las centrales emisoras y después será necesario ver el retiro de las centrales a gas, pero también hay otros elementos que son tanto o más importantes: uno es la infraestructura de carga, pues es muy difícil que un propietario decida comprar uno de estos autos sin una infraestructura de carga que le permita viajar a distancia. El segundo elemento es que para que esa infraestructura pueda operar adecuadamente se necesita tener redes de transmisión y distribución que también tengan la capacidad de transportar la energía para la carga de los vehículos.
¿Cómo analizan la relación de la generación distribuida con la movilidad eléctrica?
Es importante, pues se habla de un posible futuro de generación doméstica, con sistemas de almacenamiento, para poder aportar con la carga en la noche. Eso es un potencial absolutamente aprovechable y eficiente, lo que ha quedado demostrado en muchas ciudades de Chile con los sistemas fotovoltaicos. En ese sentido, sería importante que existieran instrumentos financieros que permitan desarrollar estos sistemas para los usuarios finales, pues un sistema solar doméstico cuesta alrededor de $3 millones, con un retorno de la inversión de hasta seis años, lo que es bastante largo para una persona particular.
¿Qué perspectivas ven para el desarrollo de baterías de almacenamiento domiciliaria para la carga de autos eléctricos?
Todas las proyecciones señalan que las baterías van en un descenso de precios bastante significativo que se ha mantenido a lo largo de los años. Considerando que en este sector se está invirtiendo una gran cantidad de dinero en investigación y desarrollo, se podría pensar que esos plazos van a ser más cortos, como ha pasado en el sector de las energías renovables que se desarrollan más rápidos y más barato. Lo mismo pasará con el desarrollo del almacenamiento domiciliario, que serán más eficientes. Pero en esto también hay un tema de financiamiento, pues son inversiones significativas para un presupuesto doméstico, por lo que debiera esperarse para facilitar esto es que a las personas se les pudiera entregar un servicio, en el cual debe dar un pago mensual que se compense con los ahorros que va a tener de energía eléctrica obtenida en la red durante un periodo que puede ser más extenso al que estaría una persona que se financia por sí misma.