La pandemia ha producido una caída de la venta en las estaciones de servicio y, de acuerdo con un nuevo estudio de Accenture, esta tendencia podría continuar en los próximos años. Esto, debido a tres factores principales: una cuota de mercado muy fragmentada en todos los modelos de negocio, márgenes severamente erosionados en medio de una feroz competencia y el comportamiento de compra de los consumidores de productos básicos. Sólo en Estados Unidos, la demanda de combustible caería un 26% (40 mil millones de galones) en los próximos 15 años.  

Este fenómeno se debe a que se espera que la eficiencia en el uso del combustible de los vehículos de pasajeros ligeros se enfoque en la reducción de las emisiones. Además, los vehículos eléctricos ligeros probablemente alcanzarán la paridad del costo total de propiedad con los de motores de combustión en los próximos cinco años y los dejarán atrás completamente para el 2030. Así también, la demanda de diésel se verá afectada por la descarbonización de los fletes y los transportes de carga pesada a través de sustitutos: biodiesel, diésel renovable y gas natural renovable. Si estas tendencias continúan, habrá un cierre masivo de estaciones de servicio en los próximos años.

La industria del petróleo enfrenta, además, desafíos en cuatro esferas:

4. Política: los gobiernos están impulsando con fuerza a nivel mundial la transición energética. En ese contexto, la industria de petróleo tiene una importante oportunidad en reforzar su compromiso con el combate al cambio climático y con la reducción de emisiones, así como en impulsar de forma proactiva regulaciones que persigan esos objetivos.
5. Tecnología: la transformación digital de los negocios se ha convertido en una urgencia producto de la pandemia. Ante este escenario, la industria de petróleo debe invertir en la adopción de advanced analytics, en el mercado creciente de los vehículos eléctricos y los automóviles autónomos. Así también, deben impulsar nuevos modelos de negocio que no sólo les permita enfrentar de forma eficiente la crisis actual y futura, sino que también identificar nuevas fuentes de ingresos.
6. Sociedad: los hábitos de consumo están cambiando y las personas buscan servicios más sustentables y digitales. Pero, sobre todo, buscan hoy experiencias personalizadas y compartir valores con las empresas de las cuales adquieren productos y servicios. Ante esto, la industria de petróleo debe impulsar y reforzar su propósito y generar experiencias a la medida para sus clientes a través de las nuevas tecnologías.
7. Modelos de negocio: producto de los cambios impulsados por la pandemia, los modelos de negocio han debido adaptarse y avanzar como nunca hacia su transformación. En este nuevo escenario, la industria del petróleo tiene una importante oportunidad en la economía compartida, los servicios móviles y las compras on demand. El futuro es transformarse en un proveedor de servicios de movilidad y energía, siempre con foco en la sustentabilidad.

No hay duda de que el futuro de la industria de petróleo está lleno de desafíos, pero también de importantes oportunidades. En Chile hoy vemos como los actores tradicionales de esta industria están rompiendo los límites conocidos hasta ahora, moviéndose a ser organizaciones con fuerte foco en la sustentabilidad y que intentan avanzar con velocidad en su transformación.