Desafíos pendientes

Danilo Núñez

Director ejecutivo de ELMOV.

A propósito de la atención que ha generado en los últimos años la electromovilidad, muchas personas tienen la sensación de que es una tecnología nueva en el mundo y que se debe probar su eficiencia y aplicabilidad. Sin embargo, en nuestro país las primeras experiencias de electromovilidad se vivieron con el funicular del cerro San Cristóbal (1925), los ascensores (1883) y trolebuses en Valparaíso (1952), el inicio de la actual red del metro de Santiago (1975), y hoy en día en la incorporación de 200 buses eléctricos a Transantiago.

Si bien el desarrollo del automóvil eléctrico se vio interrumpido a comienzos del 1900, por motivos de costos y autonomía, la tecnología estaba latente en el desarrollo humano durante más de un siglo y en los últimos años ha cobrado relevancia por el desarrollo de baterías que dotan de mayor autonomía a los autos eléctricos y a la vez son un aporte necesario y clave en el combate contra el calentamiento global.

Por lo mismo, podemos definir el año 2018 como el de la irrupción definitiva de la electromovilidad en nuestro país, pues presenciamos la primera carrera de Fórmula E en Santiago y a lo largo del año observamos diversos hechos tales como el aumento en la venta de vehículos eléctricos, la instalación de nuevos puntos de carga electromóvil, las experiencias de promoción y trabajo con gremios de taxis colectivos por parte de la empresa SAESA, el desarrollo de planes pilotos de vehículos eléctricos en el sector minero, la incorporación de los primeros buses eléctricos en Transantiago con su electroterminal en Peñalolén, el lanzamiento de Europcar ecológico, el lanzamiento de la aplicación Ecocarga y el anuncio de Metro que el 76% de la energía utilizada en la red provendría de fuentes renovables. entre otras iniciativas.

Ahora, la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿En qué momento se producirá la masificación de esta nueva tecnología en la ciudadanía?

Expertos en la materia ya plantean que se proyecta una similitud en los precios de vehículos eléctricos y de combustión para el año 2023. Sin embargo, no es solo el precio lo que podría generar esta explosión en la demanda de  transporte electro móvil , pues para lograr esta situación, deberíamos estar preparados en diversos aspectos como: el reforzamiento de redes de distribución para atender el aumento de la demanda energética, la masificación de nuevos puntos de carga, la existencia de equipos técnicos para la mantención y reparación de vehículos eléctricos, la capacitación a conductores de transporte público y la disponibilidad de una alta variedad de marcas y modelos de vehículos eléctricos en nuestro país.

Es importante incentivar el desarrollo de la electromovilidad debido a su aporte para combatir el cambio climático y reducir las emisiones de CO2, y en este sentido el transporte público de pasajeros cumple un papel esencial, pues moviliza a una alta cantidad de ciudadanos que pueden dar crédito de su comodidad; así como también en el ámbito privado, el transporte de pasajeros en aeropuertos u otros centros laborales como en la minería e industria por ejemplo, pueden ayudar a difundir sus beneficios.

Es por esto que la carrera de Fórmula E 2019 que se vivirá en nuestro país esta semana, más allá de la competencia y el espectáculo de autos eléctricos que tendrán lugar en el Parque O’Higgins, cumple un rol fundamental, avanzando un peldaño más en acercar con entusiasmo a la ciudadanía la electromovilidad.