¿Alto precio, carga lenta y poca autonomía de los vehículos eléctricos?

Álvaro Flaño

Presidente de AVEC, Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile.

En un artículo anterior planteé cómo el principal problema actual para la introducción masiva de autos eléctricos su alto costo de adquisición, los tiempos de recarga y la autonomía de las actuales baterías.

Efectivamente un VE (vehículo eléctrico) es más caro que uno de combustible fósil, de hecho un tercio del valor del auto es solo su sistema de baterías; los tiempos de recarga normales son 20 a 30 minutos para un 80% de carga, y las autonomías aumentando día a día, pero partiendo por los 150 km y a veces menores.

Respecto de las baterías estimo que lo más grave es la OBSOLECENCIA TECNOLÓGICA, es decir, el propietario del VE paga un tercio del valor con un elemento que dentro de mediano plazo tendrá menor eficiencia que lo que la tecnología va entregando al mercado.

La forma más fácil de verlo es con los computadores. Un computador físicamente puede funcionar ocho años (como las baterías de un VE), pero en ese plazo han salido modelos más rápidos, de menor costo, con más capacidades, más livianos, etc.

¿Qué pasaría si en vez de ir cargar las baterías del VE, las cambiamos por otras recargadas y con la mejor tecnología disponible en el mercado?

Problema: son muy pesadas y/o se requeriría máquinas sofisticadas para su reemplazo rápido, pero no sería tanto si fueran modulares, futuro posible problema tecnológico por resolver (los modelos Tesla funcionan con módulos de baterías, pero aún pesadas)

Con esto terminaríamos con el problema del tiempo de recarga y la espera por si están ocupados los puntos de carga por otro cliente y tendríamos disponible la batería que esta tecnológicamente vigente en ese momento.

¿Posible solución para esto?

Que los VE se vendan sin baterías, y que se adquieran en forma independiente con un sistema de leasing (que debería terminar siendo más económico que el gasto actual en combustible fósil), y tengan un sistema de reemplazo en lugar de recarga, con esto las baterías pasan a ser un commodity, y una empresa independiente (electrolineras) se hace cargo de proveer baterías de generación reciente y ya cargadas.

Ventajas de este sistema

  • Baja el valor del VE.
  • Se disminuye el tiempo de carga, por el tiempo de reemplazo.
  • Se aumenta la autonomía en forma indirecta porque podrían haber mucha electrolineras encargadas de este negocio.
  • Se puede gestionar mucho mejor el tipo de energía de carga, por ejemplo adquiriendo baterías que fueron cargadas con energía solar.

El gran problema

Esto significa cambiar el paradigma de la fabricación de autos eléctricos, porque parte importante de su negocio es la mayor autonomía de sus modelos y muchas veces van ligados a desarrollos propios de investigaciones en baterías.

Tendrían que adaptar sus modelos a un sistema de recambio de baterías y dedicarse a lo que los pueda diferenciar realmente, estética, seguridad, diseño, sistema de conducción, servicio de postventa, etc..

Las electrolineras

Nueva área de negocios que podría ser heredada por las actuales bencineras, pero su nuevo negocio sería vender “carga eléctrica”, competencia directa con los generadores de energía y hacerse cargo de proveer las baterías que vayan saliendo con las nuevas tecnologías, competencia de los fabricantes de “las nuevas baterías”.

¿Qué hacer con tanta batería que se reemplazaría?

Un VE con una capacidad de carga menor a 80% de la original, pasa a ser no eficiente, por lo tanto, se recomienda su reemplazo. Se supone que esto ya lo detectaría  la electrolinera y la saca de circulación, amén de las que ya se reemplazan por obsolescencia tecnológica.

La necesidad de almacenamiento de energía eléctrica en un futuro cercano, va a ser necesidad de casi todos los hogares de este planeta (todos deberíamos tener placas solares para nuestro autoconsumo), ahí el nuevo mercado es ilimitado; por lo que hay que ir pensando como reciclar las actuales baterías en unos 20 años más.