ANAC reafirma su rechazo a la privatización de la seguridad vial

“La modificación propuesta por el MTT y que se está tramitando en la Contraloría sí está delegando la certificación de testeos o pruebas de choque a una entidad privada y externa -perteneciente a NCAP y que en América Latina se llama Latin NCAP- debido a que los protocolos de testeo no han sido ni serán controlados por el Ministerio”, aseguró la Asociación.


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Ante las declaraciones del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) respecto de la modificación al Decreto Supremo (DS) N°26/2000 que delega y privatiza una parte de la seguridad vial de Chile, quedando así en manos de una entidad privada de origen extranjero (Latin NCAP), la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC A.G.) emitió un comunicado, a través del cual busca aclarar lo siguiente:

1.- La modificación propuesta por el MTT y que se está tramitando en la Contraloría sí está delegando la certificación de testeos o pruebas de choque a una entidad privada y externa -perteneciente a NCAP y que en América Latina se llama Latin NCAP- debido a que los protocolos de testeo no han sido ni serán controlados por el Ministerio. Es más, dichos protocolos solo podrán ser modificados, alterados o cambiados bajo el único criterio de Latin NCAP.

Así, no es efectivo que el rotulado propuesto será regulado por el MTT -como se indica en la declaración- sino que el ente público solo podrá disponer la ubicación, formato y tamaño del etiquetado, pero el contenido de la evaluación de desempeño dependerá exclusivamente de la entidad Latin NCAP.

Además, cabe precisar que los protocolos de testeo del ente NCAP no han sido elaborados en conjunto con los Ministerios de Transporte de América Latina, no se ha consultado a los países fabricantes ni menos se han verificado con Chile. No es, en consecuencia, el mismo protocolo que utilizan los entes europeos, americanos o asiáticos en sus testeos de seguridad.

Tampoco es efectivo que “serán desplegados y accesibles vía código QR”, ya que la etiqueta presentada claramente contiene un recuadro reservado para el Logotipo de la entidad NCAP y la calificación en estrellas que se haya obtenido en sus propias pruebas. Con todo, la inclusión de un código QR no elevaría los estándares de publicidad y transparencia mínimos requeridos en el manejo de información que se entrega hacia un consumidor, pues el contenido de la evaluación seguiría siendo manejado por una entidad que no verifica sus procesos con el MTT.

Temas pendientes

ANAC reconoce con preocupación que a través de su aclaración pública, el MTT no ha hecho frente a los dos principales cuestionamientos que rondan al ente NCAP:

1 – Su financiamiento, donde debe dilucidarse quién pagará las pruebas de testeo y qué valor tienen, o si, por el contrario, serán solventadas por las mismas marcas fabricantes por la vía de un “sponsoreo” de pruebas, lo que podría suponer un conflicto de interés; y, en segundo término, dilucidar si cuenta o no el Ministerio con la facultad legal -deferida con anterioridad por el legislador- para delegar parte de un etiquetado de productos en un ente no estatal, externo y no regulado.

2- Frente a la precisión del MTT respecto de que la renovación del actual rótulo no solo incorpora y actualiza las exigencias mínimas que debe presentar un vehículo en materia de seguridad, sino que también permite mostrar de manera pública los datos de calificación obtenidos en programas de evaluación de seguridad de vehículos, ANAC aclara que ésta tampoco es correcta. Tal y como se puede ver en el etiquetado propuesto, la actualización de normas y exigencias mínimas de seguridad no se reflejan en el rótulo ya que son medidas, controladas y certificadas por el Centro 3CV que sí es un ente dependiente del MTT, pero que no tendrá control alguno sobre las evaluaciones de seguridad de vehículos.

El rótulo propuesto contendrá tanto los elementos de seguridad optativos acreditados ante el MTT (exhibidos en el lado derecho del etiquetado), como el resultado de la evaluación del ente privado NCAP (en el lado izquierdo del mismo rotulado). Se confunde así en un mismo rotulado el apartado público, transparente y universal que realiza todo vehículo ante el MTT previo a su comercialización, con el apartado privatizado, arbitrario y discrecional que supondría la evaluación de seguridad pretendida.

Cabe recalcar que el sector automotor está de acuerdo -y así lo ha manifestado en sucesivas comunicaciones- con actualizar las normas de seguridad obligatorias (tales como el ESP, doble airbag, frenos ABS, deformación programada, entre otros), al igual que con informar los elementos de seguridad optativos; pero no puede avalar los resultados entregados por un ente privado, externo al MTT y sin control por parte de dicho Ministerio.

3- Sobre la aseveración del Ministerio de que se posiciona a Chile a la vanguardia internacional al ser pionero en agregar el etiquetado de seguridad como elemento informativo, ANAC reafirma que ser “pionero” o “vanguardista” en este caso trae aparejadas externalidades negativas.

Primero, significa que el pretendido etiquetado no es obligatorio en ninguna parte del mundo y que los países fabricantes de automóviles no tienen la obligatoriedad de exhibir este etiquetado y, en consecuencia, al tratarse de bienes importados bajo el alero de Tratados Internacionales podría producirse una discriminación si Chile les exige mostrar estos resultados, pues muchos de ellos no han sido ni serán testeados por el ente NCAP.

Segundo, la penetración del “factor informativo” hacia el consumidor no es tal, pues al día de hoy la tasa de pruebas de Latin NCAP abarcaría menos del 0,5% del total de modelos homologados para la venta en nuestro país. Difícilmente puede acortarse la asimetría de información que separa a un consumidor de un producto, si el 99,5% de los vehículos a la venta en el país exhiben un etiquetado con la frase “SIN INFORMACIÓN”.

Además, el remedio no avanza en la promoción de la electromovilidad pues el ente NCAP no realiza evaluaciones a vehículos eléctricos, cuya venta hoy crece día a día en nuestro, donde ya representan el 1% del mercado siendo claves para la reducción de emisiones.

Estándares de seguridad vehicular

Finalmente, ANAC reafirmó su compromiso con la adopción de medidas que eleven los estándares de seguridad vehicular, reduciendo el número de víctimas fatales y lesionados en siniestros de tránsito, “pero siempre basándonos en las normativas internacionales reconocidas y reconocibles por Chile”.

Dichas normas son las que permiten actualizar los elementos de seguridad obligatorios exigidos en la homologación vehicular ante el Ministerio de Transportes. Prueba de esta intención del gremio, es la propuesta entregada hace meses al actual Ministerio de Transportes para elevar la seguridad y convivencia vial, mejorando los sistemas de información hacia los consumidores con una mirada universal, global, entendible para todos y que no tenga los cuestionamientos de legalidad, financiamiento y arbitrariedad que han salido a la luz en las últimas semanas”, expresaron.

Revisa el plan de ANAC propuesto al MTT para mejorar la seguridad vial.