A pesar de las dificultades y el impacto negativo de la pandemia en la industria automotriz, los vehículos eléctricos dieron un paso adelante en muchos países en el año 2020. Según las estimaciones del rastreador EV-Volumes, la venta de este tipo de vehículos representó el 4,2% de las ventas de vehículos en 2020, frente al 2,5% en 2019.

Noruega, Islandia, Suecia y Finlandia encabezan la lista de países que han adoptado la utilización de este tipo de vehículos. Las medidas políticas de Noruega (como exenciones fiscales, peajes y otros incentivos) fueron muy eficaces para promover el uso de estos automóviles.

 Por otra parte, China, -el mercado más grande de automóviles eléctricos en términos de ventas unitarias- salió del top 10, ya que los autos eléctricos representan sólo el 6,2% de la oferta de automóviles dentro del país. Estados Unidos también quedó atrás, donde las ventas de este tipo de autos sólo representan un 2,3%.

Si bien Noruega representa la mayor utilización de este tipo de autos, el modelo del país no se puede replicar fácilmente en otros territorios. En primer lugar, las autoridades imponen fuertes aranceles de importación de vehículos e impuestos de registro de automóviles, lo que hace que estos sean significativamente más caros que en otros países. Al renunciar a estos aranceles para vehículos eléctricos, Noruega subsidia las compras de vehículos eléctricos a un nivel que naciones más grandes, como Estados Unidos, no podrían permitirse. 

En segundo lugar, Noruega es un país rico que posee altos niveles de ingresos. Según el Instituto Nacional de Estadística de Noruega, el ingreso familiar promedio del país después de los impuestos alcanza los 54.000 USD en 2018, que está cerca del nivel de Estados Unidos, pero es más que el doble que el promedio de la UE.