En vista de los problemas asociados con el peso de las baterías para su uso en un avión eléctrico, el diseñador industrial polaco, Michal Bonikowski, piensa una solución innovadora para incorporar en su prototipo Eather One.

“El aire está lleno de electricidad, que se puede recuperar mediante la fricción generada por el avión en vuelo. En las alas, durante el vuelo, en lugar de los tanques de combustible, se pueden instalar nanogeneradores triboeléctricos que, utilizando las vibraciones de la estructura y la fricción generada por la flexión de las alas durante el vuelo, pueden generar la energía necesaria para accionar varios motores eléctricos más pequeños”, propone  Bonikowski.

De acuerdo con el emprendedor, la tecnología disponible de sistemas triboeléctricos-electrificación causada por el contacto con otro material- ya está lo suficientemente avanzada como para utilizarse en un avión. La concepción del Eather One propone que la energía proveniente de baterías solo sea necesaria para el despegue y aterrizaje de la aeronave, mientras que la fase de vuelo esté 100% vinculada con la energía generada por fricción con el aire.