El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), a través del Programa de Vialidad y Transporte Urbano SECTRA, dio inicio a los talleres para el desarrollo del Plan Metropolitano de Movilidad Santiago 2030 (Santiago 2030), el cual tendrá un foco participativo e incluye un llamado a la sociedad civil, academia, municipios, ministerios, centros de estudios y otros organismos, a gestar un acuerdo que entregue una respuesta multisectorial a la movilidad de los capitalinos de aquí a 10 años.

En el Primer Taller Intersectorial de Santiago 2030 participaron representantes de los Ministerios de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo, Desarrollo Social y Familia, Intendencia Metropolitana, Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, EFE, Metro de Santiago, Sochitran, entre otros.

[LEA TAMBIÉN: Primera licitación de suministro de flota anticipa diversa oferta de buses eléctricos y ecológicos en Sistema RED]

“Nuestra meta, lo que nos mueve, es generar un acuerdo amplio, en que las decisiones que se tomen en los próximos años, en relación al crecimiento de la ciudad y su configuración, tengan a la vista el problema global que enfrenta Santiago y se coordinen en torno a acciones que permitan modificar la forma en que está configurada la ciudad actualmente y su patrón de viajes”, explicó Gisèle Labarthe, secretaria Ejecutiva de Sectra.

Desafíos ciudad

En el Gran Santiago, compuesto por los 32 municipios de la provincia de Santiago, más las comunas de Puente Alto y San Bernardo, viven alrededor de 6 millones de habitantes, lo que representa el 35% de la población total del país.

Las comunas con mayor cantidad de habitantes son Puente Alto y Maipú, dos comunas con más de 500 mil habitantes cada una.

Por otro lado, los principales centros de actividad de la ciudad, particularmente en términos de empleo, se concentran sólo en tres comunas: Santiago, Providencia y Las Condes, que, en conjunto, concentran el 25% de todos los viajes diarios que se realizan en Santiago y el 40% de los viajes con propósito laboral.

Ante este diagnóstico, Labarthe destacó que “se requieren espacios de diálogo profundo, involucrando a múltiples actores y miradas para llegar a soluciones basadas en la solidaridad y en el bien común. En ese contexto, el Plan Metropolitano de Movilidad Santiago 2030 es una oportunidad que permite diseñar un plan de transporte que sea mucho más que una cartera de inversión de proyectos, porque los problemas y necesidades que debemos afrontar van más allá del transporte”.