Electromovilidad y energías limpias: El impacto de la agenda verde de China en el consumo de cobre

“Si pensamos que hacia 2030, ese año se fabriquen entre 25 y 30 millones de autos eléctricos, eso podría significar cinco millones de toneladas adicionales de cobre”, destaca Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group.


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Debido al nivel de demanda por commodities que posee China, el mercado global sigue atento a las decisiones que el gigante asiático vaya realizando en materia de política y desarrollo, dentro de las cuales la dimensión ambiental es cada vez más relevante.

Es así como en el marco de su participación en el webinar “Perspectiva Internacional: ¿cómo viene el mercado del cobre?, organizado por Editec Empresas, Daniela Desormeaux, directora de Estudios de Vantaz Group, comentó que “China tiene una agenda ambiental muy ambiciosa y ellos saben que todavía no alcanzan su peak de emisiones. De hecho, en esta agenda que presentaron hace poco hablan que el peak de emisiones de CO2 podría llegar a su máximo hacia 2030. Obviamente China tiene mucho que hacer en esta línea, todavía hay una industria que no está totalmente tecnologizada, que no tiene las herramientas o las formas de poder ir reduciendo (sus emisiones), ellos están conscientes de eso y saben que todavía van a seguir aumentando sus emisiones, pero después de ese peak de 2030, las medidas debiesen tener efecto y hablan de alcanzar la neutralidad de carbono hacia 2060”.

En esa línea, la especialista resaltó que “las tecnologías asociadas a la descarbonización implican un mayor consumo de cobre. Por ejemplo, lo que es la generación limpia a partir de energía eólica y solar, que utiliza entre cuatro y seis veces más cobre que esa energía producida a partir de combustibles fósiles”.

Al respecto, indicó que “se espera que hacia 2030 a nivel mundial las renovables alcancen un 30%. Dentro de China, las renovables son el 15% de la matriz energética, o sea, hay un espacio gigantesco en este segmento para crecer, y esto podría llevar a que, como decía el ministro de Minería Baldo Prokurica, hacia 2030 hablar de uno o dos millones de toneladas de cobre adicionales por estas energías, que requieren más uso de este metal”.

Impulso al consumo de cobre

Uno de los segmentos que se vio afectado por la pandemia fue el de la movilidad eléctrica, cuyo avance se vio ralentizado este año.

Daniela Desormeaux explicó que “hoy día un auto eléctrico todavía es considerado un bien de semi lujo, por su costo, por tanto ante aumentos en el desempleo, caída en los ingresos permanentes de las personas, obviamente la gente deja de comprar este tipo de autos. Hemos visto un retroceso. De hecho, las ventas de autos eléctricos en China en la primera mitad del año cayeron un 30%, pero, esto viéndolo en perspectiva, sigue”.

La profesional recalcó que “a pesar de toda esta pandemia y la situación que estamos viviendo, los gobiernos mantienen sus objetivos bastante ambiciosos en términos de alcanzar metas en electromovilidad y obviamente China lidera esto”, haciendo hincapié en que “un auto eléctrico tiene entre 3,5 y 4 veces más cobre que uno a combustión. La mitad de ese cobre se encuentra en la batería del auto”.

“Si pensamos que hacia 2030, ese año se fabriquen entre 25 y 30 millones de autos eléctricos, eso podría significar cinco millones de toneladas adicionales de cobre”, expresó la directora de Estudios de Vantaz Group, destacando además “las perspectivas y los fundamentos en demanda por esta agenda verde que está impulsando China, pero también el resto del mundo, que además va a estar siendo potenciada por Estados Unidos”.