El Banco BBVA presentó en Uruguay un nuevo producto de crédito destinado a la compra de vehículos eléctricos y con ello contribuir a un futuro más sostenible, el cua se realizó durante el evento ‘Proyecto Movés’ (movilidad eficiente y sostenible), cuyo objetivo la promoción de una transición efectiva hacia una movilidad eficiente, inclusiva y baja en emisiones.

El préstamo automotor ofrecido por BBVA apunta a vehículos eléctricos y con facilidades hasta 60 meses de plazo de financiación e incluye un paquete de cuentas sin costo. La tasa a aplicar se encuentra bonificada y la moneda del financiamiento puede ser en pesos, unidades indexadas o dólares.

Carolina Gianola, responsable de Communications & Responsible Business de BBVA en Uruguay, recordó que “uno de los seis pilares estratégicos de BBVA es apoyar a nuestros clientes hacia un futuro sostenible, con foco en el cambio climático y en el desarrollo social inclusivo. Los bancos somos un agente fundamental y debemos ayudar con soluciones de financiación y asesoría para que nuestros clientes y la sociedad en general tengan un mejor futuro”.

Movilidad eléctrica en Uruguay

En la actualidad, la matriz energética de Uruguay cuenta con fuentes renovables que representan más del 90 % de la matriz de generación de energía eléctrica del país, lo que implica muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero, además de reducir la dependencia de importaciones de petróleo.

El avance conseguido por Uruguay permite hoy promover la comercialización de este tipo de vehículos con beneficios de tipo impositivo, facilidades en su financiación e, incluso, períodos de prueba para evaluar su conveniencia.

BBVA

Tras dos años y medio del lanzamiento del ‘Compromiso 2025’, BBVA ha movilizado 40.082 millones de euros, con cifras a cierre de junio de 2020. La apuesta del banco contra el cambio climático contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y a los retos derivados del Acuerdo de París sobre el Clima.

El ‘Compromiso 2025’ está basado en tres líneas de actuación: financiar para contribuir a frenar el cambio climático y conseguir el cumplimiento de los ODS mediante la movilización de 100.000 millones de euros entre 2018 y 2025; integrar los riesgos ambientales y sociales asociados a la actividad del banco para minimizar los potenciales impactos negativos directos e indirectos; e involucrar a todos los grupos de interés para impulsar de forma colectiva la contribución del sector financiero al desarrollo sostenible.