Eduardo Bitran: “El sector privado se ha interesado fuertemente en el hidrógeno verde”

El presidente del directorio del Club de Innovación repasa los puntos más destacados que tuvo el ciclo de conferencias de la Misión Cavendish, donde se discutió sobre los principales aspectos necesarios para el desarrollo de una industria de esta combustible sin emisiones en Chile.


Compartir:

Eduardo Bitran se apasiona cuando habla de innovación. Y la posibilidad de que el país avance hacia una industria del hidrógeno, producido en un en un proceso relacionado con energías renovables, es lo que ha tomado su agenda como presidente del Club de Innovación, uno de los principales organizadores de la Misión Cavendish, junto a la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile).

Sobre esta última iniciativa el ejecutivo destaca los resultados alcanzados en el ciclo de conferencias realizadas, donde se abordaron múltiples aspectos para desarrollar una economía del hidrógeno verde en el territorio nacional.

Evaluación

¿Cuál es la evaluación del Club de Innovación sobre el ciclo de conferencias de Misión Cavendish?

La evaluación es positiva, pues se logró integrar al tema del hidrógeno verde a una multiplicidad de actores que son relevantes si pretendemos desarrollar en Chile una economía del hidrógeno. El Ministerio de Energía inició un proceso de visión, donde el ministro Jobet ha sido un gran impulsor, y además se ha incorporado la Corfo, dándole continuidad a programas que ya se habían desarrollado a partir de 2017. El primer balance de creación de capital social, que busca establecer lazos de mayor confianza y una visión compartida para este desafío se cumple. En las ocho sesiones que se realizaron, Misión Cavendish convocó a más de 2.500 asistentes, posicionándose como una de las iniciativas con mayor interés y atracción en el tema.

¿Y cómo aprecia el interés del sector privado en este proceso?

El sector privado se ha interesado fuertemente en el hidrógeno verde. Tenemos la participación de prácticamente todas las empresas de energía y gas que están en Chile, además de emprendedores que quieren involucrarse en el tema de la economía del hidrógeno verde, y de la academia que está inmersa en el área de energía renovable y en Investigación y Desarrollo. También participaron la mayoría de las empresas mineras y otros actores que tienen un potencial de uso de este recurso.

¿Qué análisis hace sobre la necesidad de contar con un marco regulatorio?

Cuando empezamos en 2018 estas actividades, algunas empresas europeas nos señalaron que sin un marco regulatorio adecuado, era imposible pretender realizar negocios en Chile en esta materia, porque los riesgos son muy altos. En este ámbito, la regulación es bastante específica a cada caso de uso, por lo que es un desafío mayor y la clave es no empezar a establecer regulaciones en general para cualquier actividad, sino que tener un vínculo bien estrecho con las iniciativas privadas, de tal manera de enfocarse en aquellas áreas que en Chile van a tener un desarrollo inicial más importante. Todo este diálogo que hubo en las conferencias ayudó a ir avanzando en este foco.

El desarrollo del capital humano también se abordó en las conferencias.

El capital humano cumple un rol fundamental para el desarrollo de una nueva economía del hidrógeno verde, y así lo indican varias empresas. Este desarrollo requiere servicios de mantenimiento y el primer requerimiento es tener técnicos que puedan darlos. Por eso, surgió con claridad la posibilidad de trabajar con distintos centros de formación técnica, en forma bien enfocada, para abordar estos desafíos.

A su juicio, ¿qué otros retos existen?

El desafío es poder integrar tecnología, desarrollar casos de uso que integren la energía solar, haciendo investigación y desarrollo e innovación. No se trata de hacer ciencia básica. Nuestro reto es el pilotaje y para eso necesitamos capital humano dedicado a la investigación aplicada y al desarrollo de la ingeniería.

Minería

¿Cree que el hidrógeno pueda materializarse en una industria nacional, considerando otras tecnologías que lo han intentado, pero que no han podido avanzar?

Necesitamos efectivamente hacer innovación tecnológica y podemos llegar a eso de inmediato, avanzando con iniciativas concretas. Si la investigación y la tecnología están disponibles, lo que se debe hacer de inmediato es ir a pilotear soluciones que integran tecnologías y que puedan ser aplicadas por la industria, ahí es donde Chile tiene su talón de Aquiles. El esfuerzo que hacemos en innovación empresarial es insuficiente y afecta la estrategia del hidrógeno.

¿Por qué?

El desarrollo de casos de uso requiere innovar, integrar tecnologías y pilotear. En el corto plazo la minería aparece como el principal sector tractor inicial de la economía del hidrógeno. Puede reducir las fallas de coordinación que se generan al crear una nueva industria compleja. En particular, porque la operación está concentrada geográficamente y así reduce el costo de desarrollar la infraestructura habilitante. Adicionalmente, la demanda por minerales bajos en emisiones es una tendencia inevitable y existen beneficios de mercado a mediano plazo. Se estima que el impuesto al carbono en Europa podría implicar premios de entre 10 y 20 centavos de dólar por  libra de cobre, a aquella oferta baja en emisiones. El hidrógeno es clave para sustituir el uso de diésel y combustibles fósiles en minería, que representa casi el 50% de toda la energía consumida por el sector. Se requiere que la minería se comprometa en una visión a mediano plazo y tome un liderazgo en buscar alianzas para desarrollar innovaciones que desarrollen casos de uso.

Si es así, la industria minera también entraría en un círculo virtuoso, con su objetivo de bajar emisiones en sus procesos.

Si la minería innova y empieza a integrar tecnologías para sustituir el diésel, usando hidrógeno verde, se reducirá el problema de fallas de coordinación, por lo que aparece como el espacio más importante para que Chile pueda posicionarse en la economía del hidrógeno y apoyar su desarrollo en Chile.

¿Qué iniciativas seguirá realizando el Club de Innovación en materia de hidrógeno?

Para que esta estrategia sea un proceso en que se vincule a todos los actores relevantes, es necesario que tenga un concepto de descentralización. Las grandes oportunidades están en las regiones, especialmente en el norte con la minería, que en una segunda etapa abrirá la posibilidad de exportación desde Mejillones. Otra área relevante es Magallanes con su energía eólica y con un factor de planta de casi 60%, donde este potencial abre la oportunidad de usarlo para sustituir el gas natural internamente, y a futuro transformar a la región como un gran exportador. En el Club de Innovación estamos planteando llevar la Misión Cavendish a Antofagasta y Magallanes, como también así al Biobío, con la energía eólica y el potencial que tienen las industrias forestal, química y del plástico. Queremos integrar a todos los actores relevantes y a todos los interesados en la materia. Es un avance que debemos realizar juntos colaborando.