Del Peugeot VLV al modelo e-2008, la evolución de la historia eléctrica de la marca francesa
Desde sus inicios, la movilidad sostenible ha sido uno de los ejes de la compañía automotriz.
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Utilizada por algunos fabricantes al comienzo de la era del automóvil, aunque rápidamente abandonada a favor del petróleo, la propulsión eléctrica fue estudiada por Peugeot en 1902 como una alternativa para los vehículos de reparto. Se fabricaron algunos ejemplares, pero el proyecto fue abandonado. No obstante, la marca francesa ha procurado mantener su vínculo con la electromovilidad a lo largo de su historia.
El primer vehículo eléctrico Peugeot comercializado en 1941 se llamó VLV (Vehículo ligero de Ciudad). Durante la segunda guerra mundial, el racionamiento de la gasolina incitó a buscar fuentes de energía alternativas.
En ese escenario, Peugeot fue el único gran fabricante interesado en este modo de propulsión. El VLV se fabricó en París desde junio de 1941 hasta febrero de 1943 (377 unidades).
Posteriormente, en los años 70 y 80, siempre atento a la tecnología, Peugeot se asoció con Alsthom y EDF (Electricité de France) para proponer propulsión eléctrica en los prototipos Peugeot 104 (4 cupés y 3 furgonetas) y luego en los utilitarios Peugeot J5 y D9.
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En 1983 comenzó un nuevo programa en torno al Peugeot 205, fruto de la colaboración entre PSA y SAFT (baterías). Dicho modelo inició el “programa en serie” del Peugeot 106. Luego se intentó un experimento único a gran escala: poner a disposición de los clientes, a través de un sistema de autoservicio, una flota de Peugeot 106 eléctricos. Así, en diciembre de 1993, nació la operación ῍50 vehículos eléctricos en La Rochelle῍.
Ofensiva eléctrica
De 1990 a 2010, algunos prototipos ilustran el constante interés tecnológico de Peugeot en lo que a propulsión eléctrica se refiere: ION en 1994, Tulip y Touareg en 1996, el original concept car BB1 presentado en Frankfurt en 2009 y el concept car EX1 de 2010 poseedor de seis récords internacionales de aceleración logrados en Montlhéry y en China.
En los albores del siglo XXI la industria del automóvil se enfrenta a grandes cambios. La transición energética se está convirtiendo en un tema esencial en la lucha para mitigar los riesgos climáticos.
Considerando dicha tendencia, en 2019 la marca Peugeot lanzó una gama completa de vehículos con bajas o nulas emisiones de CO2.
Desde la automotriz explican que esta ofensiva tecnológica se basa en tres pilares: serenidad, placer y simplicidad, con la misma ambición mostrada desde el principio: hacer que la movilidad sea segura, limpia y accesible para el mayor número de personas.
Serenidad porque la gama Peugeot estará electrificada al 50% en 2020 y al 100% en 2025. Placer, porque el placer siempre será parte de los genes de Peugeot. Como es el caso del Concept 508 Peugeot Sport Engineered, que presagia el desarrollo de una eficiente línea electrificada de vehículos de serie. Finalmente, simplicidad, porque la elección de la silueta no dicta su uso.
Nueve meses después del lanzamiento del nuevo Peugeot e-208, el showroom de la marca es rico en modelos electrificados: e-208, e-2008, 508 hybrid y 3008 Hybrid4 para turismos; e-Expert, E-Traveler y pronto e-Boxer para vehículos comerciales. La revolución eléctrica está en marcha.