Los pasos para que la reforma a la distribución impulse la digitalización
A juicio de los expertos, la incorporación de estas tecnologías es fundamental para el avance de la generación distribuida en los centros de consumo, así como para la electromovilidad.
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El relanzamiento de la medición inteligente es una de las principales iniciativas que incentivaría la reforma al segmento de la distribución, de la mano del proyecto de Ley Larga que se tramita en el Congreso, por lo que los especialistas consideran que esta medida marcará un punto de inflexión positivo para el mayor desarrollo de la digitalización en las redes de distribución eléctrica.
A juicio de los expertos, la incorporación de estas tecnologías es fundamental para el avance de la generación distribuida en los centros de consumo, así como para la electromovilidad.
Medición inteligente
Marcelo Mermedo, Product Market specialist del Negocio Electrificación de ABB en Chile, señala que la digitalización actualmente se ha integrado a los sistemas de control y monitoreo en alrededor de 3.000 puntos de operación y protección de las redes que manejan las empresas distribuidoras.
“Algunas utilities (empresas) ya están aplicando automatismos, que les permites mejorar los índices de calidad de suministro, mejoras que han sido potenciadas con el cambio de la ley que hoy calcula estos índices por comuna y no por líneas físicas (alimentadores)”, precisa.
Según el especialista, la medición inteligente es un punto clave para avanzar en la digitalización de las redes de distribución: “La medición inteligente ayudará a las utilities a conocer su demanda en línea, que será incremental a medida que la electromovilidad penetre en nuestro país. Por otro lado, los PMGD (Pequeños Medios de Generación Distribuida) vendrán ayudar a cubrir las nuevas demandas de potencia, pero a la vez incrementarán la complejidad de los sistemas de protecciones en la redes, ya que de ser redes completamente radiales pasarán a convertirse prácticamente a enmalladas o loops”.
Carlos Gil, Regional SW Portfolio Lead de Smart Infrastructure de Siemens Chile, coincide con este análisis, señalando que los medidores inteligentes “facilitan la supervisión y control de la red de baja tensión, donde se ofrecen los servicios al cliente, lo que nos da mayor visibilidad de lo que sucede en la red en tiempo real, y permite la toma de decisiones más acertadas”.
“La generación distribuida y la electromovilidad se pueden valer de los servicios digitales y la respuesta en tiempo real que tendríamos de una red de baja tensión y alta visibilidad. Con esto podríamos abrir la puerta a servicios avanzados como V2G (vehicle to grid), donde los vehículos eléctricos pueden ser usados como dispositivos de almacenamiento eléctrico, y los hogares con generación distribuida (solar, eólica u otros) puedan almacenar energía y consumirla o venderla a la red en los momentos más convenientes”, asevera.
Y agrega: “Planes de respuesta a la demanda, sensores remotos de calidad del aire, gestión inteligente del tráfico y la iluminación, estos son solo algunos de los muchos beneficios que se pueden obtener de la digitalización de la distribución en una ciudad inteligente”.
Ley Larga
Carlos Gil sostiene que una de las piedras angulares de la digitalización de la distribución son los medidores inteligentes: “Después de un intento fallido, los organismos responsables del tema están reestructurando la propuesta de valor de cara a los clientes, para materializar este importante aspecto que permitirá añadir nuevos servicios digitales y ventajas para todas las partes”.
Es así como el especialista plantea que la reforma a la distribución que se tramita en el Congreso “tiene el potencial para que nuevos actores participen en el negocio eléctrico con nuevos roles, esto fomentará la competencia y la incorporación de tecnología de digitalización de la distribución, la cual será imprescindible para la competitividad de los entes nuevos y existentes”.
“El tener precios de la energía diferenciados por horas habilitará a los clientes para desplazar sus consumos a las horas de menor precio, en especial para los dispositivos de alto consumo, como los autos eléctricos, sistemas de calefacción y enfriamiento, entre otros. Es importante que esta ley permita relanzar el plan de medición inteligente residencial, ahora con un mejor plan comunicaciones, escuchando a todas las partes y haciendo especial énfasis en los beneficios para el cliente final”, afirma.
Esto es compartido por Edi Carlos Santos, director de Power Systems de Schneider Electric Chile: “Nuevas regulaciones, como la Ley de la Distribución, deben acelerar la Transformación Digital en el mercado. La competencia debe aumentar, empujando a las compañías de distribución a buscar formas de generar nuevos ingresos y eficiencia operativa. Para mantener su relevancia deberán invertir en nuevas tecnologías de gestión de la red, en modernización de los activos existentes y en nuevos modelos de negocios. No solo remitirse a vender o facturar energía a los consumidores, tal cual ocurre hoy”.
“La reforma va a profundizar la digitalización. Las discusiones alrededor de la Ley buscan aumentar la competencia en el mercado, tener más eficiencia, mejorar la calidad del suministro de energía, crear entidades independientes de gestión del mercado y de la información”, agrega el ejecutivo.
Perspectivas
En su opinión, la recopilación de datos es un aspecto crítico en la digitalización de la distribución eléctrica, por lo que se requiere seguir avanzando en la incorporación de equipos dotados de ciertas capacidades tecnológicas y de comunicación. “Sin ellos, la información no subirá desde el nivel más bajo de la red hacia el nivel más alto, donde están las centrales de control, los sistemas, los softwares de procesamiento, que ayudarán en la gestión del nuevo modelo de distribución”, comenta.
“Los operadores de las redes de distribución deben invertir más en “pilots” tecnológicos en pequeña escala, tener recursos asignados para eso, además de testear e implementar rápidamente las nuevas tecnologías en la red, lo que permitirá el incremento gradual de la digitalización en la red eléctrica de distribución que aún no alcanza toda la red de activos”, añade.
Según Edi Carlos Santos, “hay países en que los gobiernos, en distintos niveles, asignan recursos para proyectos de investigación y desarrollo, no dejando solamente a los privados el “funding”. Allá el objetivo es acelerar el uso de nuevas tecnologías, el monitoreo en tiempo real, las Smart Grids, la medición inteligente, la aceleración del uso de energías renovables, etc. El avance de la digitalización pasa por inversiones masivas y también por pequeñas acciones de Investigación y Desarrollo, que permiten probar nuevas tecnologías y modelos de negocios”.