Entre los desafíos para el desarrollo de la tecnología del hidrógeno, el delegado de la Zona Sur de H2 Chile, Rodrigo Díaz Valenzuela señala a Electromov que la inversión que realizará el Ministerio de Economía Alemán, de 2.000 millones de euros, va de la mano con el objetivo del gobierno de seguir ampliando su papel pionero en esta tecnología y seguir promoviendo las energías renovables en el país.

“Me parece una apuesta asertiva, que buscará crear nuevas cadenas de valor para la economía alemana y contribuir al logro de los objetivos climáticos que necesita el planeta, haciendo foco en ejes estratégicos, cómo el de crear mercado interno y reducción de costos de producción de hidrógeno al 2030, promover aplicaciones como la calefacción domiciliaria e industriales, transporte por medio de un aumento de electrolizadoras, mejorar el I+D, y para Chile, el eje más atractivo es la búsqueda de alianzas con países exportadores de H2 como el nuestro”.

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¿Cuáles son las perspectivas que se tiene con respecto a esta tecnología en Chile y Alemania?
Considerando  la inversión de Alemania, qué duda cabe del potencial que ellos ven. Alemania piensa instalar una red de 100 electrolizadores al 2019 y en torno a 400 al 2023 para atender vehículos con celdas de combustibles. Esto significaría la red de estaciones de hidrógeno más grande del mundo, a través de las carreteras principales. Como datos relevantes, hoy en febrero de 2020 en Alemania existen 82 estaciones de servicio H2 abiertas lo que ha significando un crecimiento de 413% sólo en tres años, y si la meta se cumple a 2023, implicará un crecimiento del 2.400% en un periodo de seis años. También, el estado de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, anunció planes para electrificar toda su red ferroviaria para 2025, haciendo uso de la tecnología de celdas de combustible para ello.

A su juicio, ¿a que se debe?

Es una política de continuidad y evolución en la apuesta del hidrógeno, y un aprendizaje de iniciativas previas, ya que esta no es la primera acción que realizan. Debemos recordar por ejemplo que el Ministerio de Economía y Trabajo de Alemania estableció, ya el 15 de marzo de 2005, un Grupo de Estrategia del Hidrógeno formado por técnicos científicos y empresariales, así como representantes de los organismos nacionales y federales interesados, que tenían la finalidad de definir metas comunes en las actividades que se desarrollen en la tecnología del hidrógeno dentro de Alemania, así como robustecer la posición alemana en los centros internacionales dedicados a tales cuestiones, subrayando entre otros objetivos, el de la reducción de emisiones de CO2 y el potencial científico alemán para desarrollar un know-how de producción y aprovechamiento del hidrógeno.

¿Qué potencial tiene Alemania para desarrollar esta tecnología?

El plan del gobierno Alemán busca para 2030 tener disponibles entre tres y cinco GWh de capacidad de electrólisis. Esto podría dar como resultado que el 20% del hidrógeno consumido en Alemania esté libre de CO2. A esta meta , sumamos que ya han invertido 700 millones de euros en un programa de innovación de hidrógeno para 2026, habrá otros 1.400 millones de euros disponibles para 2026, y con alrededor de 600 millones para los llamados laboratorios maduros para 2025, se deberá asumir, que para que esto tengan sentido deberán importar la gran mayoría del hidrógeno, donde la asociación con Chile, como productor del insumo principal, será relevante para ambos países, y en ese contexto ya debemos acelerar nuestras iniciativas de producción y legalización.

 ¿Será factible que el hidrógeno obtenido a través de energías renovables pueda ser la clave de un futuro bajo en carbono para Chile?

El uso del hidrógeno verde vuelve más sustentable cualquier proceso de producción de uso intensivo de fuentes contaminantes, con lo que podemos diferenciar por ejemplo una producción commodity a una producción verde, acto de creciente valor para el futuro del mundo.

Las empresas chilenas tienen la obligación de contribuir a la solución del cambio climático que acordó Chile con la firma del tratado de París en la COP21 en 2015, y el uso de energía limpia y renovable y productos verdes, es un excelente paso en la dirección correcta. Según la IEA (Agencia Internacional de Energía), Chile tiene el potencial para producir el hidrógeno verde más barato del mundo y este estará a disposición directa de nuestra producción, pero también para exportarla. Es probable que este combustible sea finalmente más económico que el Diésel, en función de los gravámenes que este pueda tener a futuro en relación a las emisiones en su uso.

Lo que viene

¿Cuáles son las principales desafíos que supone la tecnología del hidrógeno?

Para lograr el éxito de la estrategia se necesita la articulación y la participación activa de distintos actores, para capturar las oportunidades de desarrollo del mercado en Chile. Estos actores deben representar las diferentes lateralizaciones del modelo de negocio sostenible del hidrógeno, y debemos ser capaces de gerencias más que los “Qué”, los “Cómo y Quiénes”.

Se debe asumir el rol relevante de Chile y los potenciales actores nacionales que deben asumir roles lateralizados como en la producción, almacenamiento, transporte, uso y exportación, articulando sistémicamente toda la cadena de valor, y relacionarlas coherentemente, aquí hablamos de holismo industrial. Debemos avanzar rápido en los aspectos regulatorios, vínculos público-privado,El I+D nacional desde el “Market pull”, que permita moverse del actual promedio TRL 5 al TRL 9 y MRL .