El desarrollo que está alcanzando la tecnología del transporte autónomo está permitiendo que este tipo de vehículos hayan saltado desde la ciencia ficción a las calles de nuestras ciudades. Un avance que es incluso posible experimentar en el Parque O´Higgins de Santiago, donde se realiza el piloto de un bus autónomo.

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En Electromov conversamos con Henri Rohard, gerente comercial y de Desarrollo de Transdev Chile, empresa que participa como partner tecnológico, encargado de la implementación y ejecución del piloto, respecto al grado de avance que presenta el transporte autónomo a nivel global.

Es así como el profesional destaca “hoy estamos básicamente en nivel 4. Podemos tener un vehículo que ande solo, sobre una vía controlada. Tenemos coches autónomos, porque puedes transformar un vehículo con características autónomas, disponemos de pilotos de 10 kilómetros. Hoy ya existe, pero necesitas una parametrización, un control del entorno muy fuerte. Requieres un operador adentro, además hay siempre elementos que resguardan la seguridad. Por lo tanto, hoy no hay sistemas duros de transporte público autónomos, esperamos llegar a eso rápidamente”.

Henri Rohard menciona que “aún nos falta muchísimo por avanzar. Básicamente, a medida que más avanzamos descubrimos más cosas que aun debemos desarrollar. Respecto a la percepción del vehículo, es importante que pueda a entender mejor y a diferenciar mejor los elementos que pasan en frente de los vehículos. Para un vehículo no es tan evidente reconocer una bicicleta. La percepción del vehículo para mí es clave. El desarrollo de la inteligencia artificial para que entienda mejor lo que está pasando. Después veremos cómo lograr una mayor autonomía, más capacidad y velocidad”.

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Considerando el avance que presenta la tecnología, el ejecutivo de Transdev espera que “antes de 2025 podamos tener vehículos sin conductores ni operadores adentro, sino que afuera, y con más velocidad. Necesitamos llegar a los 30 kilómetros por hora, por una razón simple. Es que en los centros urbanos tienes calles en las que vas a 30 k/h. A 12 k/h vamos a ir empujados por los otros coches y no lo van a aceptar, así que tenemos que llegar a los 30 k/h”.

Otro desafío se relaciona con los sistemas de freno de estos vehículos, debido a que “en general la persona de afuera no es la que tiene el problema, sino que los pasajeros, que deben agarrarse. Por esas características, tenemos que modificar un poco los vehículos”, menciona.