Junto con un incremento en la demanda de metales como el cobre y el litio, la electromovilidad también traerá aparejada un alza en la utilización de otras materias primas.

Tal es el caso del magnesio, un elemento que presenta más de un centenar de aplicaciones en una variedad de industrias, como la automotriz, la aerospacial, construcción, defensa, tecnología, almacenamiento de energía, agricultura y el cuidado de la salud, entre otros ámbitos.

El atractivo de este metal se debe a que es un 33% más liviano que el aluminio y un 75% más liviano que el acero, según aseguran desde la empresa canadiense West High Yield. Esta condición lo transforma en un componente relevante de los desarrollos que se están llevando a cabo en industrias como la automotriz, aeroespacial y ferroviaria, entre otras.

A ello se suma el crecimiento esperado en las aplicaciones de óxido de magnesio, considerando baterías, paneles y cemento.

Por lo anterior, la norteamericana pronostica que la demanda mundial de magnesio presentará una tasa de crecimiento anual en torno al 7,7% en los cinco años, destacando el consumo proveniente desde China, que llegaría a 12,1%.

Frente a este escenario, es relevante el hecho que existe un solo productor en América del Norte, y que el 86% de este mineral es producido en China, indican desde West High Yield.

¿Un reemplazo al litio?

Desde West High Yield destacan los beneficios de utilizar magnesio en la elaboración de las baterías, en vez de litio.

La razón señalan es porque además de ser menos probable que se sobrecalienten, también tienen hasta doce veces la densidad de energía de una batería de iones de litio y su eficiencia de carga y descarga es cinco veces mayor.

En ese contexto, resaltan que los iones de litio tienen una carga de +1, los iones de magnesio tienen una carga de +2, por lo que pueden transportar el doble de la corriente eléctrica.

Además de asegurar que las baterías de magnesio son menos caras de producir que las de litio, y ser menos propensas a incendiarse.

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