Durante dos años se tramitó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto de Minera Salar Blanco, que estima una inversión de US$527 millones en la Región de Atacama, para extraer unas 20.000 toneladas de litio al año.

En declaraciones a El Mecurio, Cristóbal García-Huidobro, gerente general de la minera, dice que esta operación los incluiría en la industria nacional del litio y los convertiría en el tercer productor del mineral. Este sería el primer proyecto fuera del Salar de Atacama, ya que explotarían los terrenos de la empresa en el Salar de Maricunga, donde comparte propiedades con más de doce empresas.

García-Huidobro añade que un han desarrollado un modelo hidrogeológico que permitirá un desarrollo sustentable junto a las otras mineras. Además, adelanta que iniciaron un dialogo con los habitantes de los sectores cercanos al proyecto, y diseñaron un sistema para compartir las ganancias de la empresa. Las comunidades indígenas recibirían cerca de 0,3% de las utilidades anuales, con un minimo de US$300.000. Se hará algo similar en las comunas de Chañaral, Copiapó y Diego de Almagro.

La minera ahora espera cerrar el financiamiento de la operación el próximo año, para lo que podrían asociarse a otras empresas o emitir bonos de deuda.

Después de obtener las autorizaciones de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN) ahora debe conseguir el contrato que permite explotar litio y debe estar acordado con el gobierno, con el que debe negociar la estructura ideal. Esperan dar inicio a la construcción en 2020 y a la producción al año siguiente.

Además, están trabajando en el desarrollo de la primera planta de baterías de litio en el continente en conjunto con la empresa china Sichuan Fulin que ganó los fondos en un concurso de Corfo.