Los factores a tener en cuenta ante la compra de un auto híbrido, eléctrico o de combustibles fósiles

Diferencias de hasta 1.000% en los precios por kilómetro recorrido son las que se puede encontrar en el mercado, en donde se da que los automóviles más caros son los que poseen los menores costos posteriores, mientras que con los más baratos sucede lo contrario.


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Durante los seis primeros meses de 2018, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), el alza en las ventas de vehículos cero kilómetros alcanzó un 24,3% respecto de las cifras del mismo lapso de 2017, las que se traducen en 202.130 unidades comercializadas en el país entre enero y junio de este año, un promedio de casi 1.123 automóviles vendidos a diario, según informó El Mercurio.

La reactivación de la economía y el optimismo de los consumidores han resultado claves para la dinamización del sector, por lo que según las proyecciones del gremio, en el segundo semestre se venderían 200 mil autos adicionales.

La decisión de cuál adquirir depende de variados factores, entre los que necesariamente están los costos que terminará significando el vehículo en términos de mantención, revisiones técnicas y gasto en combustible, aún más considerando que la bencina y el diésel promedian un alza de 7,06% y 9,52%, respectivamente, en lo que va del año, dinero que podría terminar por inclinar la balanza por alguna de las opciones disponibles en el mercado, sean estas equipadas con motores híbridos, o bien impulsadas por combustibles fósiles (bencina, diésel y gas), y con electricidad.

Kilometraje recorrido es clave en la decisión

Para José Duarte, director de Carreras Escuela Ingeniería de Duoc UC sede San Bernardo, la primera pregunta que deben responderse inevitablemente los compradores para saber qué vehículo sería el más conveniente, es determinar cuál será el uso que se le dará a este, ya que según eso se definirá el tipo de auto que mejor se adapta sus necesidades y que le permite optimizar de mejor manera sus recursos.

Los expertos señalan que para quienes deseen un modelo para trayectos cortos que no recorrerá demasiados kilómetros al día, la opción conveniente sería la de adquirir un bencinero, el que en promedio requerirá de una inversión inicial de $7,5 millones (menor en $15,5 millones versus un eléctrico) y que tendrá un consumo promedio de $55 por kilómetro recorrido, según cifras calculadas por Duoc UC considerando un modelo sedán tipo de cinco puertas. Si bien el valor por kilómetro recorrido es más alto comparado con los otros combustibles, termina amortizándose debido a la menor distancia recorrida por el conductor, agrega Duarte.

Para quien realice traslados más largos dentro y fuera de la ciudad, la opción más rentable sería en primera instancia un motor petrolero. Porque a pesar de que la inversión inicial sea en promedio $1,5 millones superior a la de un bencinero, Duarte explica que si se alcanza un alto kilometraje, “el costo inicial del auto se va a ‘netear’ con el menor costo del litro de diésel y con el rendimiento superior, que es en promedio un 30% mayor al de los bencineros”.

Mantenciones más baratas se encuentran en los menos comprados

Pese a que el segmento de los eléctricos ha sido uno de los que ha tenido una mayor alza porcentual en ventas, este tipo de motores, junto a los denominados híbridos y los impulsados por gas, aún son minoría dentro del parque automotor, muchas veces debido al desconocimiento de la población respecto de sus características.

Los primeros en Chile, y que se hicieron populares como parte del transporte público (taxis y colectivos), fueron los vehículos a gas, sector que hasta el día de hoy es uno de los pocos que cuentan con la autorización de transformar sus motores (proceso que tiene un costo aproximado de $800 mil), junto a furgones y camionetas de alta cilindrada y para uso comercial.

Según Rodrigo Araya, gerente de Negocio Transporte de Gasco, entre las principales ventajas que tendría optar por este tipo de automóviles estarían la menor inversión requerida frente a los eléctricos, la reducción de las emisiones contaminantes respecto de los vehículos diésel y bencineros, además de contar con mayor autonomía, ya que tras la conversión de los motores estos quedan habilitados con tecnología dual (bencina/gas).

Pero requieren dos revisiones técnicas anuales y  tarifas un 20% mayores a la hora de acudir a las plantas de revisión técnica, costos de mantención solo superados por los de los automóviles eléctricos, lo que se suma a la escasa presencia de estaciones de servicio habilitadas para la recarga. De acuerdo a Gasco, estas bombas de combustible solo llegan al 10% de las existentes en el territorio nacional.

El caso de los vehículos a gas no dista mucho de los equipados con motores híbridos, los que utilizan tanto gasolina como electricidad para funcionar. Entre sus beneficios, según los expertos, se cuentan el menor impacto que generan en el medio ambiente a causa de las bajas emisiones contaminantes, además de resultar más eficientes, con un consumo promedio de $20 por kilómetro.

Frenos regenerativos dan autonomía a los eléctricos

Con cerca de 250 automóviles eléctricos circulando por las calles de Chile, este tipo de vehículo cuenta con los sistemas más avanzados y eficientes del mercado. Sin embargo, su alto costo de inversión inicial hace que este se ubique como el más caro.

Según indica José Duarte, director de carrera de la Escuela de Ingeniería de Duoc UC Sede San Bernardo, los precios elevados ($23 millones en promedio) son la principal traba que para la llegada masiva de estos modelos al país.

Camilo Cerda, vicepresidente de Movilidad de Siemens, explica que una de las principales diferencias entre los vehículos de combustión y los eléctricos es que “estos últimos son mucho más eficientes en el uso de la energía”. Esta mayor optimización se traduce en un valor por kilómetro recorrido de solo $5, y una autonomía que fluctúa entre los 300 y 400 km. Asimismo, estos cuentan con los costos de mantención más bajos del mercado ($132 mil en promedio), los que se explican por la eficiencia en su funcionamiento mecánico. “Muchos de estos autos cuentan con frenos regenerativos. Esto quiere decir que en cada frenada se recarga al mismo tiempo la batería cuando se encuentran en movimiento”, agrega Duarte.

La gerenta de Enel X Chile, Karla Zapata, afirma que el alto precio de adquisición ha sido la piedra de tope para la masificación de estos modelos. “De parte del Estado han sido categóricos en la negativa de algún tipo de subsidio para el transporte privado, ayuda que sí existe para el público, pero que no alcanza a compensar la diferencia entre un auto eléctrico y uno tradicional”.

Duarte comenta que una de las medidas para promover el “uso de estas tecnologías podrían ser rebajas en el pago de las autopistas, peajes o permisos de circulación, y que permitirían a un mayor número de personas acceder a un automóvil que no solo causa un menor impacto en el medio ambiente, sino que también menores costos en reparaciones y un gasto mínimo por kilómetro recorrido”.