La pandemia mejoró temporalmente la calidad del aire, pero el cambio climático la empeoró

Las restricciones a la circulación y los cierres provocados por el Covid-19 provocaron un drástico pero efímero descenso de las principales emisiones contaminantes atmosféricas en 2020, especialmente en las zonas urbanas, aunque esta disminución no fue homogénea en todas las regiones ni en todos los tipos de sustancias contaminantes, dijo la agencia meteorológica de la ONU.


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Las restricciones a la circulación y los cierres provocados por el Covid-19 provocaron un drástico pero efímero descenso de las principales emisiones contaminantes atmosféricas en 2020, especialmente en las zonas urbanas, aunque esta disminución no fue homogénea en todas las regiones ni en todos los tipos de sustancias contaminantes, según un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El Boletín sobre la calidad del aire y el clima -el primero publicado por la OMM- revela que muchas partes del mundo siguieron sin cumplir las directrices para alcanzar dicha calidad y muestra una estrecha conexión entre ambas condiciones atmosféricas

El estudio indica que, aunque las emisiones de sustancias contaminantes del aire provocadas por el hombre disminuyeron durante la recesión económica provocada por el Covid-19, los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático y medioambiental provocaron tormentas de arena y polvo e incendios forestales sin precedentes que afectaron la calidad del aire.

Estas tendencias no se detuvieron en 2020 y continúan produciéndose este año, tal y como lo prueban los devastadores incendios forestales en América del Norte, Europa y Siberia, que han afectado la calidad del aire para millones de personas, y las tormentas de arena y polvo que han cubierto muchas regiones e incluso atravesado continentes.

Cumplimiento de orientaciones de la OMS

Muchos gobiernos respondieron a la pandemia del coronavirus restringiendo las reuniones, cerrando las escuelas e imponiendo cierres, estas políticas de cierre provocaron un descenso sin precedentes de las emisiones contaminantes.

En China, Europa y Norteamérica, las reducciones de las emisiones a corto plazo relacionadas con el Covid coincidieron con las medidas de mitigación de las emisiones a largo plazo y permitieron en 2020 una reducción de las concentraciones de PM2,5 (partículas atmosféricas que tienen un diámetro inferior a 2,5 micrómetros, una unidad de longitud equivalente a una milésima parte de un milímetro) en comparación con los años anteriores.

Sin embargo, algunos estudios señalan que en muchas partes del mundo las concentraciones de PM2,5 probablemente no cumplirán las directrices de la Organización Mundial de la Salud, a pesar de las drásticas reducciones de movilidad.

El programa de Vigilancia de la Atmósfera Mundial de la OMM examinó el comportamiento de los principales agentes contaminantes atmosféricos de más de 540 estaciones de tráfico, de fondo y rurales, en 63 ciudades de 25 países situados en siete regiones geográficas del mundo.

Los datos se usaron para analizar los cambios en la calidad del aire de los principales contaminantes, como las PM2,5, el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx), el monóxido de carbono (CO) y el ozono (O3).

Las mediciones durante los cierres de 2020 mostraron descensos de hasta un 70% en las concentraciones medias de dióxido de nitrógeno (NO2) y de un 30%-40% en las de PM2,5 en comparación con los mismos periodos en 2015-2019.

Sin embargo, los cambios en las concentraciones de ozono variaron enormemente entre regiones, desde la ausencia de cambios globales hasta pequeños aumentos (como en el caso de Europa) y grandes incrementos (+25% en Asia oriental y +30% en Sudamérica).

Las concentraciones de SO2 fueron entre un 25% y un 60% más bajas en todas las regiones durante 2020 que en el período 2015-2019. Los niveles de CO disminuyeron en todas las regiones, mientras que el descenso más pronunciado – de hasta un 40%- se registró en América del Sur.