Luego de un proceso de selección y caracterización, en vez de reciclarla, lo que se propone es seleccionar las baterías en mejor estado y luego elegir las que están en mejor estado, haciendo un nuevo pack de baterías para un segundo uso, el cual -según Pereda- «puede ser para almacenamiento estacionario pero sumado a un cargador inteligente que utiliza este almacenamiento para dar mayor flexibilidad tanto al empalme de conexión como a la carga del vehículo y cuando se cumple la vida útil de la batería se puede sacar y reciclar».