Los aires también están ávidos de energías limpias. Varios emprendedores alrededor del mundo, así como los mayores fabricantes de aeronaves-Airbus y Boeing- se esmeran en planificar nuevos modelos de aviones híbridos, eléctricos e incluso con propulsión a hidrógeno con el fin de dar forma al futuro del vuelo.

Un prototipo de avión disruptivo es el que publicó recientemente el galardonado diseñador polaco, Michal Bonikowski, quien busca revolucionar el vuelo cero emisiones con el modelo Eather One. La particularidad de esta aeronave es la idea de generar y almacenar energía producida por la fricción del aire mediante nanogeneradores triboeléctricos incorporados en sus alas.

Bonikovski accedió a tener una entrevista con ElectroMov en la que nos comentó los detalles de su proyecto. También se refirió al rol que pueden asumir en proyectos de esta envergadura aquellos países que están en vías de desarrollo, como lo son gran parte de las naciones latinoamericanas.

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Concepción del Eather One

¿Cómo comenzó su pasión por el diseño de aeronaves y soluciones aeronáuticas?

He estado involucrado en diseño industrial en los últimos 20 años. Durante este tiempo he sido lo suficientemente afortunado al diseñar cientos de productos que han sido vendidos alrededor del mundo, desarrollado muchas patentes y soluciones mecánicas. He trabajado con un rango amplio de productos, desde elementos enfocados en niños, pasando por electrónica de consumo, electrodomésticos, muebles, automóviles y finalmente máquinas de vuelo.

Las aeronaves me han fascinado desde que comencé a trabajar en el primer girocóptero para seis personas, como una alternativa para los vuelos privados livianos. Este trabajo requiere desarrollo constante y profundización de conocimientos. Trabajar en el griocóptero demandó meses de comprensión sobre aerodinámicas y las soluciones mecánicas que se utilizan en la industria. Mi tarea fue crear un cuerpo externo y variadas soluciones mecánicas. Fue muy divertido y desde entonces, estaba soñando en crear algo más en este campo.

¿Cómo concibió el diseño del Eather One?

Mi trabajo consiste más que nada en resolver problemas, apuntando más allá de lo conocido; de lo que es un lugar común. Este problema de entregar soluciones es al mismo tiempo como un hobby, y sí, mi tiempo libre también lo enfoco en el trabajo. Las veces que ocurre es cuando leo sobre todo tipo de proyectos y problemas que la gente está particularmente  enfrentando, ahí es cuando las soluciones automáticamente emergen de mi cabeza.

Eather One fue desarrollado como respuesta a un artículo sobre desafíos en aviones eléctricos y las limitaciones que hacían difícil crear soluciones razonables. Anteriormente había leído también sobre generación energética a través de polímeros especiales triboeléctricos, con un profesor chino trabajando en eso.

Pensé por mí mismo que esto podía ser una buena solución para superar los problemas de peso de batería y generar energía durante el vuelo, que se veía como la alternativa más interesante. Vivimos en una época donde cada vez que tenemos algo interesante que decir, el mundo nos escucha y así sucedió en este caso. Publiqué mi idea, recibiendo mucha retroalimentación  desde equipos de grandes compañías aeroespaciales, pero también desde universidades que están trabajando en este problema. Fue genial escuchar tantas buenas palabras y confirmaciones que validan mi intuición.

¿Cuál fue el aspecto más desafiante?

Por el momento, es solo un concepto, y todo prototipo tiene varios aspectos no desarrollados. Yo trato este tipo de proyectos como una pista para todos aquellos que están esmerándose con este asunto en una escala mayor y más avanzada. Considero mi contribución para mejorar el mundo. Si a través de mis ideas, podemos hacer nuestro planeta menos contaminado y envenenado, no puedo imaginar una mayor satisfacción. El proyecto por sí mismo requirió que hiciera algunos cálculos relacionados con el generador de superficies y algunas piezas que debían juntarse en una forma correcta. Para mí fue más que nada como un impulso de creatividad.

Energía con fricción del aire

¿Cómo se le ocurrió la idea de utilizar una solución triboeléctrica para el avión? ¿Qué tipo de beneficios traerá?

Dado el hecho que he trabajado en diferentes productos en mi vida, muy a menudo esto ha desarrollado en mí la capacidad de concatenar soluciones entre industrias aparentemente diferentes. Leo mucho y siempre trato de profundizar en mis conocimientos. A mi también me gusta mantenerse al día con las innovaciones tecnológicas y técnicas. El uso de la turbina triboeléctrica, el generador, fue simplemente una solución prestada de una industria completamente diferente no relacionada con aviones.

 ¿Para cuántos pasajeros se configurará el avión?

Con aviones eléctricos, así como los autos, el problema es la capacidad y peso de la batería. Un generador creado a partir de un polímero triboelétrico permitirá a la batería estar reducida en tamaño, enfocándose en que pueda despegar y volar durante varios minutos. El resto de la energía se generará mediante la fricción y la tensión de la estructura durante el vuelo. La capacidad de este sistema es creciente, y creo que pronto podrá proporcionar energía para el vuelo con una aeronave diseñada para un grupo pocas personas, y luego para estos grandes aviones de pasajeros.

Existen fuerzas tremendas ejercidas sobre cada avión durante el vuelo, que solo necesitan ser aprovechadas y convertidas en energía eléctrica.

Pista para desarrolladores

¿Qué tipo de asociación está buscando para comenzar a construir el avión?

En el desarrollo de este proyecto, no consideré su acondicionamiento a futuro. Solo quería dar una pista a todos aquellos que están trabajando en soluciones frente a problemas vinculados con los aviones propulsados con electricidad. Fue revelador que ya haya sido contactado por varios inversionistas interesados en asociarse para trabajar más en esta idea. Solo el tiempo dirá dónde nos lleve esto.

¿Cuándo cree que podría lanzarse este avión?

Mi experiencia con máquinas de vuelo me permite saber cuán difícil y complejo es este proceso. Y si no es realizado por grandes compañías como Boeing o Airbus, no se puede esperar que haya un efecto muy rápido. Pero estoy seguro que alguien como Elon Musk es necesario, alguien que no concibe nada como imposible y que no pone frenos corporativos en este tipo de desarrollos. Mi intuición me dice que la próxima década será el límite para comenzar a ver maoyoritariamente aeronaves eléctricas en el cielo.

¿Qué desafíos estarán relacionados con el uso de una batería dentro del avión?

Todos los problemas con baterías están relacionados con la cantidad de energía que deben acumular. Ahora mismo, sin aprovechar la energía adicional durante el vuelo, su peso será mayor que la capacidad de carga de la propia aeronave. De todas maneras, hay que tener en mente que esta es una de las tecnologías que más rápido se están desarrollando y que constantemente están mejorando su eficiencia y velocidad de recarga.

Si un generador puede ser desarrollado para esto, es tan eficiente que puede juntar la demanda energética durante el vuelo mientras al mismo tiempo se cargan las baterías, por lo que el tamaño de estas decrecerá.

Imagina un A380 llevando 320.000 litros de combustible a bordo. Si en vez de combustible ponemos baterías con el mismo peso y en la construcción de los 845 m2 de superficie alar ponemos generadores que convierten el voltaje de materiales en energía eléctrica, puede ser posible que rápidamente ese sistema nos permita volar tanto como los pilotos tengan la voluntad.

El rol de las economías emergentes

Chile es todavía una economía en vías de desarrollo, al igual que muchos otros países de América Latina. ¿Cómo cree que nuestro continente puede mejorar y tener un papel más importante en términos de innovación en sostenibilidad?

Y aquí yace el mayor problema a resolver. Aunque vivamos en el Siglo XXI, el mundo sigue dividido en tres, y esta es la mayor injusticia que enfrentamos hoy. Si volamos al espacio, podemos ver que vivimos en un planeta ante el cual todos tenemos que ser igualmente responsables.

Mi naturaleza idealista me dice que la única solución es aprender a convivir y ser igualmente responsables de nuestras acciones, ya sea que vivamos en Chile, Polonia o Estados Unidos. El acceso actual al conocimiento y la tecnología nos permite creer estas divisiones tienen la posibilidad de desaparecer.

Creo que las nuevas generaciones entenderán esto cada vez más. La juventud también tiene una característica, que se olvida en la edad adulta. Yo lo llamo un elemento de ingenuidad positiva, que permite creer que todo es posible y
crear soluciones que hasta ahora parecían imposibles. Esto se debe a que a todos estos jóvenes aún no se les ha dicho que no se puede hacer algo, y simplemente lo hacen. Por tanto, me parece que hoy en día se debe poner el mayor énfasis en el conocimiento y la ciencia.

Vivimos en un boom tecnológico, que el mundo nunca antes había conocido y el énfasis en la educación de la generación joven tecnológicamente avanzada nos permitirá lidiar con los problemas que todos los países enfrentan en este momento sin ninguna diferencia.

Debemos aprender cuanto antes a ser responsables de la naturaleza y limpieza del lugar en que vivimos. El desarrollo de fuentes de energía renovable nos permitirá a todos ser más independientes de la economía global. Cualquier país que sea resiliente a las turbulencias globales siempre estará entre los ganadores.