Electromovilidad, cada día más cerca de la acuicultura

La industria acuícola nacional está buscando, en diversos ámbitos, herramientas que ayuden a tener una operación más sostenible. Dentro de este contexto, la electromovilidad aparece como una opción con bastante potencial, tanto para transporte terrestre como marítimo.


Compartir:

Durante los últimos años, la electromovilidad, concepto que se refiere al uso de sistemas de propulsión que utilizan energía eléctrica, se ha instalado con fuerza dentro de las sociedades modernas y la industria en general como una alternativa para reducir costos operacionales y, sobre todo, para mitigar las emisiones contaminantes de los procesos productivos.

La industria del salmón no escapa a esta tendencia, pues son varios los esfuerzos realizados con el objetivo de avanzar hacia una operación carbono neutral y amigable con el medio ambiente, donde la aplicación de la electromovilidad y energías limpias en general, especialmente en las embarcaciones utilizadas por el sector aunque también en el transporte terrestre, aparece como una buena opción para reducir emisiones.

[LEA TAMBIÉN: Empresa de logística busca avanzar hacia una mayor electrificación de su flota de barcos]

Se trata de una actividad incipiente. No obstante, a nivel local se está buscando integrar este tipo de tecnologías y comenzar a vislumbrar soluciones que puedan ayudar a la industria a tener una mejor operación.

Embarcaciones más ecológicas

Una compañía nacional –de amplia trayectoria en la acuicultura local– que ha enfocado sus labores a desarrollar embarcaciones de bajo impacto ambiental es Patagonia Wellboat, la cual es conocida por la fabricación de wellboats y equipamiento para la cosecha de peces.

Según informa el director de la firma, Hans Kossmann, “hoy operamos tres embarcaciones con propulsión diésel-eléctrica asociado a un sistema de administración de energía que permite una disminución de emisión de CO2 cercana al 20% con respecto a la propulsión diesel tradicional, a través del efecto de ‘peak shaving’ que permite aprovechar de mejor manera la energía producida por los generadores durante la operación”.

[LEA TAMBIÉN: Barcos eléctricos gigantes: ¿ilusión o realidad?]

Otras dos naves que actualmente se construyen para Patagonia Wellboat consideran el mismo concepto, buscando contribuir en la misión de disminuir la huella de carbono de las operaciones acuícolas, entregando embarcaciones cuyas principales ventajas son el menor consumo de combustible y menor emisión de gases contaminantes.

Respeto del funcionamiento del sistema de propulsión diésel-eléctrico desarrollado por Patagonia Wellboat, su director señala que “consiste en una serie de grupos electrógenos diésel que entran en funcionamiento según la demanda de energía que registra el PMS (Power Management System), asegurando que cada generador trabaje en su rango de máxima eficiencia”.

Otra de las líneas de trabajo que espera ejecutar la empresa tiene que ver con incorporar hidrógeno verde como fuente de energía limpia y cero emisiones para sus wellboats. “Creemos que diseños basados en baterías y celdas de hidrógeno para la generación de energía 100% limpia para los requerimientos energéticos asociados a la mantención de peces vivos en las bodegas de nuestros barcos podría ser el primer paso para una transición a una operación basada totalmente en hidrógeno verde”, sostiene Hans Kossmann.

Otra institución que está averiguando las oportunidades del hidrógeno verde para impulsar el transporte marítimo en el país es la Universidad Austral de Chile (UACh) que, en conjunto con la empresa de servicios marítimos Salmo & Boats, desarrollará un proyecto piloto para la creación de una embarcación que utilice este tipo de energía.

Según informa Claudio Troncoso, profesor del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la casa de estudios, “en el diseño de la embarcación se considera un sistema de propulsión eléctrico accionado mediante una celda de combustible y el almacenamiento del hidrógeno a alta presión en estanques especialmente condicionados para esta función”.

[LEA TAMBIÉN: Barcos eléctricos permitirán recorrer las cataratas del Niágara]

El desarrollo de este proyecto implica la realización de etapas de diseño conceptual, diseño detallado y fabricación de la embarcación piloto. “Actualmente, tenemos definida la forma del casco, la distribución de espacios y estamos trabajando en el sistema de propulsión, realizando las estimaciones de consumo de combustible relacionado con el hidrógeno y la autonomía de la embarcación”, comenta el académico, quien agrega que “en el futuro cercano esperamos contar con los recursos para construir la nave, realizar pruebas y evaluar su comportamiento”.

 Insumos necesarios

Para avanzar hacia la incorporación de la electromovilidad, la industria requiere de una transformación de los actuales modelos energéticos y productivos, así como también del equipamiento necesario para mantener en correcto funcionamiento esta nueva tecnología.

En ese sentido, ABB es una empresa que lleva muchos años participando en proyectos enfocados en innovación tecnológica y equipamiento energético para distintos segmentos. Específicamente, para apoyar en el área de la electromovilidad, ofrece equipos vinculados a infraestructura de carga, es decir, cargadores, subestaciones eléctricas, sistemas de almacenamiento de energía y softwares para gestionar todo el ecosistema energético.

“Suministramos cargadores con capacidad de voltaje de 920 Volt DC, de fácil manipulación y con altos estándares de seguridad, certificados por un laboratorio externo. Estos cargadores permiten la interoperabilidad de distintos vehículos, como autos, buses, camiones y lanchas, entre otros”, comenta Cristian Martin, gerente de Electromovilidad de ABB. El ejecutivo agrega que “la idea es dotar a los clientes de una infraestructura de carga que les permita conectar cualquier tipo de transporte”.

Para lo anterior, la firma ofrece distintos tipos de cargadores que van desde los 24 a 350 kW, de forma que los clientes puedan cargar vehículos livianos, buses y camiones, cuando se trata de transporte terrestre. Dichos cargadores pueden instalarse en cualquier lugar en donde exista disponibilidad de una toma eléctrica de 380 Volt. De acuerdo con lo informado por el ejecutivo, “los cargadores de hasta 350 kW pueden cargar un vehículo en 8 minutos y, en el caso de buses y camiones, en cerca de 2 horas”.

[LEA TAMBIÉN: Innovación: te contamos cómo operan ocho embarcaciones robóticas marinas]

En cuanto a cómo podría ser aplicada la electromovilidad en la salmonicultura, Cristian Martin sostiene que “es muy interesante, porque hay varias rutas que se pueden seguir en post de reducir las emisiones contaminantes, es decir, la cadena completa de producción se puede enlazar a una operación cero emisión. En primer lugar, la movilidad eléctrica se puede adoptar en el área de transporte de trabajadores, mediante buses. En segundo lugar, en el área administrativa, a través de vehículos livianos. En tercer término, tenemos todo lo que son lanchas y embarcaciones y, por último, un punto super relevante y que no se tiene considerado por el momento tiene que ver con flotas de despacho, mediante camiones o vans eléctricas que en el extranjero ya se está usando”.

De esa forma, el representante de ABB invita a los actores de la industria acuícola a ver el ecosistema de la electromovilidad como un todo dentro del proceso de producción, ya que este concepto “no es algo utópico, sino que es algo efectivo”.

Las embarcaciones robóticas de Vard

En el extranjero ya se están tomando muy en serio el potencial de la electromovilidad que, combinada con otras tecnologías, puede llevar a soluciones de enorme eficiencia. Por ejemplo, recientemente la empresa de origen noruego, Vard, informó que, en asociación con Ocean Infinity, ha diseñado una plataforma multipropósito única con diseño personalizado y características tecnológicas que permiten el control remoto en tierra, operaciones ligeras con o sin tripulación y la introducción de combustibles alternativos, como el amoníaco verde. Con una eslora de 78 metros, estas embarcaciones serán las primeras en su tipo y supondrán un gran paso adelante para la industria marítima.

La serie de ocho naves ampliará la flota recién lanzada de Ocean Infinity, que comprende lo último en tecnología y robótica marina, incluidos vehículos submarinos autónomos y embarcaciones de superficie operadas a distancia. Los nuevos barcos están especialmente desarrollados para servir como buques de funciones múltiples y apoyarán las operaciones de Ocean Infinity en todo el mundo desde sus centros de control.

Las filiales especializadas de Vard están involucradas en el desarrollo de esta serie de embarcaciones. El diseño y la ingeniería están actualmente en curso en Vard Design, y el desarrollo de sistemas de control a bordo en Vard Electro en Ålesund, Noruega.

“Nos sentimos honrados de ser elegidos como socios de Ocean Infinity en este proyecto. Juntos damos un gran salto hacia un nuevo segmento de la industria marítima al desarrollar y proporcionar embarcaciones preparadas para el futuro. Todo de acuerdo con nuestra estrategia de innovación y sostenibilidad”, manifestó el CEO de Vard, Alberto Maestrini.

Por su parte, el CEO de Ocean Infinity, Oliver Plunkett, comentó que “el impacto y la escala de esta flota robótica provocarán la mayor transformación que ha experimentado la industria marítima desde que la vela dio paso al vapor. Con nuestra nueva flota podremos brindar servicios sostenibles a todos los rincones de la industria, desde la energía marina, hasta la logística y el transporte”.

De acuerdo con lo descrito, el diseño Vard 9 60 se espera que se convierta en un gran avance en términos de servicios marinos de bajo impacto ambiental. En estrecha cooperación con los organismos reguladores, Vard ha diseñado los buques para una huella de carbono ultrabaja y se encuentran entre los primeros en estar preparados para el amoníaco verde como combustible.

La serie de ocho embarcaciones se construirá en el astillero Vard Vung Tau de Vard en Vietnam, cuya entrega está programada para el período comprendido entre mediados de 2022 y finales de 2023.

Como se puede apreciar, la electromovilidad y diversas soluciones inteligentes para una mayor eficiencia productiva están cada vez más cerca de la acuicultura nacional, lo que parece muy relevante en momentos es que la industria espera avanzar, sin tregua, hacia la carbono neutralidad.

Saesa: Apoyando la electromovilidad

El Grupo Saesa también está interesado en ayudar a hacer posible la electromovilidad en las industrias. Según señala Matías Vogel, subgerente de Negocios de la entidad, “nos especializamos en ofrecer soluciones integrales y a la medida relacionadas con la infraestructura de carga para flotas de autos, camionetas y/o buses eléctricos”, contando con una flota de automóviles eléctricos para sus colaboradores y una amplia red de cargadores públicos de Temuco a Coyhaique.

El ejecutivo agrega que “si bien hoy día estamos más enfocados en la movilidad eléctrica terrestre, tenemos algunas iniciativas en evaluación relacionadas al transporte acuático de personas. Para ello, es necesario generar el ambiente y la demanda por parte de los clientes para implementar estas ideas”, siendo el principal desafío –según lo informado– generar la confianza en los tomadores de decisiones del rubro para implementar iniciativas en electromovilidad.

En ese sentido, durante este año la compañía participó de la convocatoria lanzada por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), junto con el Ministerio de Energía y el de Transportes y Telecomunicaciones, para crear un Centro para el Desarrollo de la Electromovilidad en Chile y así fomentar la introducción de este tipo de tecnologías en la industria del país.

“El principal aporte que ponemos a disposición de la academia en el consorcio del que somos parte, es el gran laboratorio que es la red misma de distribución. Hoy, estamos implementando una gran lista de iniciativas relacionadas con nuevas tecnologías y podemos evidenciar su efecto en nuestras redes y la calidad de servicio que entregamos”, concluye Matías Vogel.