Un grupo internacional de investigadores, liderados por Vilas Pol, académico de la Universidad de Purdue (Estados Unidos), desarrolló un método para convertir las bolsas de plástico en chips de carbono que pueden usarse como componentes de baterías de litio.

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Esta investigación, que cuenta con el apoyo de la American Chemical Society, consiste en que las bolsas plásticas de polietileno son sumergidas en ácido sulfúrico, siendo selladas dentro de un reactor que calentó la muestra, a una temperatura inferior a la que se produce la fusión del polietileno.

Tras varios procedimientos adicionales, fue posible obtener carbono puro, el que fue posteriormente triturado, de manera de convertirlo en un polvo negro

Este insumo fue utilizado para crear ánodos para baterías de iones de litio, con características comparable a las que son comercializadas, abriendo las oportunidades de darle un nuevo uso a las bolsas plásticas, un elemento que es cuestionado por sus impactos ambientales y por ende, en retirada en diversos países.