“Algunos productos son mágicos. No necesitas discusiones interminables; todos siempre están de acuerdo en lo que hay que hacer. Y simplemente lo hacen. No hay inercia. Cuando una empresa revive un automóvil que dejó tan buenos recuerdos, le pone una gran cantidad de amor. Esto es algo que siempre resulta prometedor para el futuro, ya que es reconocido por los clientes. Pueden ver el amor que se puso en el auto”, con esas palabras Luca de Meo, director general del Grupo Renault, le dio la bienvenida al nuevo Renault 5 E-Tech, la reinterpretación 100% eléctrica del icónico modelo de los años 70.

Este es el primer automóvil diseñado íntegramente sobre AmpR Small, la nueva plataforma Ampere dedicada a los vehículos eléctricos del segmento B. Lo que hace único y le da ventajas competitivas reales, como el piso plano, su larga distancia entre ejes (2,54 m), espacio interior y capacidad del maletero optimizados (326 litros), centro de gravedad más bajo y peso reducido (menos de 1.500 kg).

Dentro de sus novedades, presenta un nuevo cargador AC bidireccional compatible con las tecnologías V2L (vehículo a carga) y V2G (vehículo a red). Este sistema pionero se utilizará ampliamente y hará que el vehículo sea un actor real en el ecosistema energético a través de los servicios de Mobilize, devolviendo a la red electricidad libre de carbono. Como resultado, los usuarios disfrutarán de importantes ahorros en sus cuentas de electricidad.

Bajo el capó, el motor del Renault 5 E-Tech es más compacto que los motores del Mégane E-Tech y del Scenic E-Tech, en los que se basa. Se mantiene fiel a la tecnología síncrona de rotor bobinado preferida de Renault. Al no tener imanes permanentes, no utiliza tierras raras, reduciendo así su impacto medioambiental. Partiendo de la experiencia de sus predecesores en términos de durabilidad, el motor estará disponible con tres potencias: 110, 90 y 70 kW.

El E-Tech es un auto versátil gracias a su cargador AC de 11 kW, su cargador DC de 80 o 100 kW y su batería de hasta 52 kWh que le otorga una autonomía de hasta a 400 kilómetros WLTP. Es una rareza en el segmento de los vehículos urbanos eléctricos y puede arrastrar incluso un remolque de hasta 500 kg.

Finalmente, se construirá en el norte de Francia, utilizando un ecosistema compacto de proveedores ubicados en un radio de 300 kilómetros del complejo ElectriCity. Esta apuesta por una producción local competitiva es la base para el desarrollo de un valle eléctrico europeo, especializado en la cadena de valor del vehículo eléctrico. Ayudará a garantizar puestos de trabajo y a reducir la huella medioambiental.