Jaguar Land Rover (JLR) continúa avanzando a paso firme en su camino hacia la electrificación y, recientemente, anunció la apertura de Future Energy Lab, una instalación de pruebas para vehículos eléctricos.

El laboratorio, que significó una inversión de casi US$300 millones, espera convertirse en el epicentro del desarrollo para unidades de propulsión eléctrica de la próxima generación de modelos de las familias Range Rover, Defender, Discovery y Jaguar.

El nuevo espacio permitirá a la marca británica realizar pruebas rápidas, incluidas bancos de pruebas eléctricas, fabricación de unidades de propulsión eléctrica y test de sistemas de vehículos eléctricos, además de asumir mayor supervisión de su propia cadena de suministro.

“Esta instalación, un componente central de nuestra estrategia Reimagine, es esencial para proporcionar capacidades de prueba avanzadas que serán vitales para el rendimiento y la confiabilidad de los vehículos de lujo modernos que estamos desarrollando”, afirmó el director ejecutivo de Ingeniería de Productos de JLR, Thomas Mueller.

Actualmente, el nuevo y moderno Range Rover BEV es uno de los modelos que se está sometiendo a las pruebas disponibles en la plataforma de Future Energy Lab. Mientras, sus unidades de propulsión eléctrica son diseñadas, desarrolladas y probadas por los ingenieros de JLR.

Se espera que este vehículo se lance mundialmente al mercado durante 2024.