Este año BMW Motorrad cumple 100 años encantando a los aventureros, soñadores, deportistas, visionarios, sin importar el género, que aman la libertad, velocidad y estilo que les entregan las motocicletas de esta marca.

En Chile, la marca llegó hace casi cinco décadas y conquistó a los motociclistas con su estilo, comodidad, tecnología y elegancia. Una tendencia que incluso traspasa generaciones como el caso de Francisco Murra (66) y su hijo Francisco (34), quienes comparten su pasión por los vehículos de dos ruedas y han viajado en moto en largos trayectos por distintos paisajes del norte y del sur del país.

Francisco, que competía en Enduro, inició a su hijo en las motos desde que tenía un año, cuando lo tomaba en brazos mientras manejaba la moto y esa pasión llegó una vez que su primogénito cumpliera la mayoría de edad, tomará un curso de manejo y obtuviera licencia de conducir clase C. “Con mis primos, que viven en Tierra del Fuego, nos encantaba andar en moto donde fuera. Estábamos todos todo el día en eso, y es un sentimiento de libertad constante, moverte e ir donde quieras es una experiencia que desde chico me dejó muy marcado”, expresó Francisco hijo.

En ese sentido, Murra Junior detalla que la primera vez que se subió a una BMW G50 GS (que era de su padre) y agarró velocidad en la moto Camino a Melipilla “fue una experiencia increíble y ahí me di cuenta que andar en moto es algo que no podría dejar de hacer”, relata. “En tecnología, en suspensión, en equilibrio es otra cosa. Es una locura compararla con cualquier otro tipo de moto”, añadió Francisco.

Viajes padre e hijo

La relación entre Francisco y su primogénito también se ha fortalecido por esta pasión, ya que han realizado juntos largos viajes en la zona norte y sur del país. El primero en junio de 2015 hasta El Valle del Elqui (Región de Coquimbo), el segundo fue en agosto de ese año que fuimos hasta las Cataratas de Iguazú (límite entre Argentina y Brasil) -que tuvo una duración de 22 días- y el tercero fue enero del 2022 y los llevó a recorrer desde la Carretera Austral hasta Tierra del Fuego.

“Los primeros dos viajes los hicimos, yo con una BMW G 650 GS y él con una R 1250 GS y luego yo heredé ese modelo y él viajó en la R 1250 GS”, detalló Francisco hijo.

En ese sentido, agregó que “este último viaje fue otra cosa. Es una moto que en tecnología de suspensión, equilibrio. Es una locura compararla con cualquier otra motocicleta”.

Próximamente esperan poder recorrer Europa, en una travesía en motocicleta que los llevará por España hasta Escocia manejando motos BMW Motorrad que planean arrendar en el país Ibérico, ya que trasladar sus “regalonas” desde Santiago al viejo continente es demasiado caro.