BMW 3.0 CSL: Ingeniería, deporte motor y arte unidos en el tiempo
En el marco del “Batman Day”, que DC Comics celebra el tercer sábado de cada mes de septiembre, se recuerda el denominado “Batimóvil”, modelo clásico producido por la marca alemana entre 1973 y 1975.
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Seis campeonatos europeos, un sensacional récord de vuelta en el autódromo de Nürburgring y el primer BMW Art Car. Dondequiera que aparecía, el BMW 3.0 CSL, se destacó entre la multitud.
Estos días, en el marco del “Batman Day”, que DC Comics celebra el tercer sábado de cada mes de septiembre, se recuerda el denominado “Batimóvil” del fabricante alemán.
El año 1972 es testigo del comienzo de una nueva era en BMW: se funda BMW Motorsport GmbH y el éxito rápido era el objetivo. No obstante, el hecho de que el BMW 3.0 CSL se desarrollara como el primer auto de carreras dominaría durante años los campeonatos de autos de turismo y eso superó todas las expectativas.
Para lograrlo, el jefe del recién fundado equipo de especialistas, Jochen Neerpasch, trajo a BMW a un grupo de pilotos de carreras que jugaron un papel decisivo en hacer de M la letra más rápida del mundo. Los Art Cars, con su característico diseño de rayas y sus grandes alerones, dieron forma a la imagen de la escena de los turismos. Equipos de fábrica y privados ganaron numerosas carreras nacionales e internacionales. En efecto, hasta 1979 nadie pudo adelantar al BMW 3.0 CSL.
El fabricante BMW ya había creado un ícono de diseño en 1968, con el 2800 CS. Entonces, el coupé, con su motor de carburador de 2.8 litros, entregaba unos impresionantes 170 hp. El BMW 2800 CS, sin embargo, se veía más como un modelo Gran Turismo deportivo y cómodo, que como un deportivo de carreras. No era la mejor condición como base para el automovilismo.
Ya un año después de su lanzamiento, Alpina –empresa alemana dedicada a la modificación y personalización de vehículos BMW– desplegó los primeros BMW 2800 CS con una potencia mejorada de 250 hp en la carrera de 24 horas de Spa. Alpina, así como Schnitzer, optimizaron la suspensión y el tren motriz para convertir el cómodo coupé deportivo en un automóvil de turismo de carreras. No obstante, el éxito los eludió, porque la competencia involucraba autos de hasta 300 kilos más ligeros.
Ligero y aerodinámico
Siguiendo la desventaja de peso, Alpina desarrolló un ligero 3.0 CS a fin de que BMW lo utilizara como vehículo para calle, lo que dio nacimiento al BMW 3.0 CSL, que a la vez sirvió como modelo de homologación para las pistas. La primera versión ligera del coupé de seis cilindros de BMW apareció en 1971.
Poseía la misma tecnología que la versión de carburador del BMW 3.0 CS coupé y la misma salida de 180 hp, mientras pesaba 215 kg menos y ofrecía una capacidad de manejo mucho más dinámica.
A partir de 1973, el BMW 3.0 CSL fue la versión de calle más potente de la serie. Los ingenieros lograron un carácter más competitivo del modelo en su tercera etapa de desarrollo a través de mayor capacidad, potencia, construcción extremadamente liviana y un llamativo paquete aerodinámico, por el cual el BMW 3.0 CSL obtuvo el apodo de “Batimóvil”, por parte de los fanáticos de la marca.
Las siglas CSL representaban “coupé sport lightweight”, y era la “L” lo que los desarrolladores alrededor de Jochen Neerpasch tomaron literalmente. Casi todos los componentes del BMW 3.0 CSL fueron medidos, pesados y en lo posible reemplazados por una versión más ligera. Las puertas, la tapa del maletero y el capó eran de aluminio, el material más ligero en uso hace 50 años. Incluso el metal se puso a dieta: el toldo, la pared divisoria al maletero, los carenados de las ruedas junto con las paredes laterales delantera y trasera ahora estaban hechos de chapa delgada.
Asimismo, las ventanas traseras y laterales eran de perspex. Cada gramo contaba y así incluso el mecanismo de elevación del capó se reemplazó por varillas delgadas. El conductor se sentó en asientos ligeros especialmente hechos para el 3.0 CSL.
No obstante, algunas cosas quedaron fuera desde el principio. El parachoques delantero, ventanas eléctricas, servodirección, casi todo el material aislante y, en la parte trasera, solo había un faldón de plástico ligero en lugar de un parachoques cromado altamente pulido. El beneficio: mejor dinámica gracias a un ahorro de alrededor de 200 kilos.
Legendario
El diseño icónico, los éxitos en el automovilismo deportivo y los escasos números de producción de la versión final han hecho del BMW 3.0 CSL un codiciado automóvil clásico con un valor de rareza absoluta. Solo 167 unidades salieron de la fábrica entre 1973 y 1975. Muy pocos para poder detectar el “Batimóvil” de BMW en la vía pública hoy en día, pero lo suficiente para que sea un vehículo especial en la historia de la construcción de automóviles.