Tras lanzamiento del Instituto MIGA: expertos alzan al amoniaco como actor relevante en la transición energética

"Nuestra aspiración es poder desarrollar otras áreas que tengan que ver con la política pública o industria y no solamente desde la producción electroquímica", mencionó la directora ejecutiva del instituto, Pamela Delgado.


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Este martes, en Santiago, se llevó a cabo la inauguración del Instituto Mileno en Amoniaco Verde como Vector Energético (MIGA), el que contó con la presencia de autoridades de gobierno como el subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos; el rector de la Universidad Católica (UC), Ignacio Sánchez; la directora ejecutiva del instituto, Pamela Delgado; y el director del organismo, Mauricio Isaacs.

Además, la actividad, que se realizó en el Campus San Joaquín de la UC, tuvo la participación de la científica francesa Christine Rousselle, quien abordó los aspectos a tener en cuenta de este elemento y los beneficios que traería a futuro no sólo en Chile, sino que en otras partes del mundo que también se encuentran trabajando con el químico.

Una vez terminada la presentación de Rouselle, Pamela Delgado comentó los objetivos de potenciar el amoniaco: “Un aspecto que es transversal y que quedó muy de manifiesto es la seguridad en la utilización y la percepción pública, porque tal como el hidrógeno, no tenía un concepto de uso como vector energético y se empezó a trabajar en la legislación que lo regula, los cambios que hay que hacer y con el amoníaco habrá que seguir la misma ruta. Nada de lo tecnológico que se desarrolle va a tener un sustento si no está trabajado de la seguridad y percepción como tal”.

“Nuestra intención, y así lo planteamos en la postulación, es convertirnos es un instituto de amoniaco verde para todas las áreas que incumben. Las líneas de investigación que son de la ciencia aplicada y de la economía, son aplicables a cualquier origen del amoniaco. Nuestra aspiración es poder desarrollar otras áreas que tengan que ver con la política pública o industria y no solamente desde la producción electroquímica”, indicó la especialista.

Asimismo, la directora del Instituto MIGA aclaró que “tenemos que vincularnos con muchas áreas, porque la transición energética es un tema transversal a la economía, calidad de vida de las personas, medio ambiente, y para eso nuestra intención es partir cuál es el estado del arte hoy en Chile en concepto de amoniaco, porque la verdad es que no es muy desarrollado y los usos que tiene no se asocian con la energía. Desde ahora estamos desarrollando actividades para generar un conocimiento público que el amoniaco puede ser un vector energético y un actor relevante en la transición energética“.

“La economía del hidrógeno y del amoniaco se complementan con el litio”

Mientras que el profesor de la Facultad de Química UC, Mauricio Isaacs, sostuvo que “encontramos que el amoniaco era el más efectivo porque era el único vector nuevo que hay, que no genera gases de efecto invernadero, o sea, que se acerca a las emisiones de cero carbón. Lo conceptualizamos como una molécula de hidrógeno, directamente a complementar los usos del hidrógeno“, agregando que “sería muy fácil exportar hidrógeno convertido en amoniaco. Y a partir de ahí se puede usar como un combustible directo, como una celda de combustible y en otras combustiones duales, pero siempre dependiendo del uso”, expresó la especialista.

Consultado por lo inflamable del amoniaco, el académico aseguró que, “en algunos casos, puede ser más tóxica que otro producto líquido. Nosotros hemos convivido con el amoniaco y lo que hay que hacer es tener buena regulación; ya sea ambientales, de seguridad, de trabajo, porque es la única manera de poder hacerlo y tenemos las herramientas. Básicamente es la misma forma de trabajo estableciendo nuevas normas o límites, y lo principal es que las personas deben estar bien educadas”.

Finalmente, Isaacs realizó una comparación que tendría el impacto del amoniaco con lo que sucede actualmente con el litio. “La economía del hidrógeno y del amoniaco se complementan con el litio perfectamente porque uno produce y otro almacena, pero el litio ya lleva desarrollos más importantes y viéndolo desde un orden de como se van asentando las tecnologías, primero estaría el litio, luego el hidrógeno y después el amoniaco”.

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