Asdit, el consorcio que se adjudicó la implementación y puesta en marcha del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), presentó en la Universidad Católica del Norte (UCN) los principales objetivos y desafíos que tendrá este centro que se asentará en la Región de Antofagasta.
La charla fue impartida por Víctor Pérez (en la foto, a la derecha), director ejecutivo del grupo que encabeza la Corporación Alta Ley como beneficiario mandatario, la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) como beneficiario mandante, y la Universidad Católica del Norte, junto a otras 10 universidades nacionales; además de centros de investigación y compañías nacionales e internacionales.
De acuerdo a lo señalado desde la casa de estudios, este instituto, que surge desde Corfo, busca impulsar un ecosistema de innovación sostenible, descentralizado y localizado en el desierto de Atacama, con foco en la generación y aplicación de tecnologías limpias, que produzca valor local y nacional, aportando al desarrollo social, la competitividad, la eficiencia productiva, la sofisticación y la diversificación de productos y servicios en las industrias de la energía, la minería y la electromovilidad.
Minería verde
Según detalló Víctor Pérez, director ejecutivo de ASDIT, “cuando hablamos del ITL, estamos hablando del instrumento de innovación aplicada más importante de la historia de Chile. Son más de 125 millones de dólares que se van a invertir en la Región de Antofagasta para poder alinear los desafíos que tiene la zona en desarrollo, principalmente traccionados por una minería verde, apostando por una transformación energética en donde tenemos un fuerte eje relacionado con el hidrógeno verde, de almacenamiento energético y el mundo solar, así como también en la valorización de residuos mineros, economía circular, impacto en los territorios y cuidado al patrimonio natural”.
Una de las novedades de este proyecto es que se desarrollará desde la Región de Antofagasta. Según añade Pérez, “este ecosistema tiene un rol protagónico de la Universidad Católica del Norte que, en conjunto con la Universidad de Antofagasta y los industriales que operan en la región como la Asociación de Industriales de Antofagasta, la Asociación de Industriales de Mejillones, y de Calama también; forman parte de un ecosistema único que permite vincular al mundo industrial a sus necesidades y urgencias, de manera de alinearlo con el capital humano que hay en la universidades y centros tecnológicos”.
Respecto a la participación de la UCN en ASDIT, la directora de Innovación y Transferencia Tecnológica de la casa de estudios superiores, Bárbara Torres, indicó que “nuestra universidad viene asumiendo un rol protagónico en distintos proyectos asociados a la minería y la matriz energética regional y nacional. En este caso, como una entidad generadora de conocimiento que se asienta en la misma región, tendremos el desafío de contribuir y potenciar a través de capital humano y nuestras capacidades de investigación y desarrollo con esta iniciativa inédita, que marcará un antes y un después en la región y el país”.
“Este desafío -agregó el director ejecutivo de ASDIT- lo estamos abordando a través de una dinámica sin precedentes, porque primero tiene una visión descentralizada, que fija y ancla su gravedad en Antofagasta, y todo el ecosistema tanto nacional como global se tiene que vincular con Antofagasta. Esa mirada descentralizada de la innovación es por la que estamos apostando, de manera de no sólo quedarnos con este instrumento en el tiempo, sino que ir acrecentando y vinculándonos con otras empresas y centros de innovación internacionales, así como también con fondos de inversión e inversionistas que se vean atraídos por un ecosistema que permita escalar en este lugar del mundo tecnologías que van impactar a nivel planetario, considerando nuestros desafíos en términos de crisis climática y en términos de proveer los minerales de manera responsable”.