Este martes, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó la idea de legislar sobre el proyecto que regula el proceso de transición socioecológica justa hacia la carbono neutralidad, iniciativa que contó con 78 votos a favor, 52 en contra y 17 abstenciones.

El texto, que volvió a la Comisión de Medio Ambiente con indicaciones, tiene como objetivo regular el proceso de transición social, ambiental, energética y económica en el marco de los compromisos y necesidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). De igual modo, respecto de la protección de sumideros y ecosistemas.

La propuesta legal tiene como objetivo asegurar que la transición impulsada en el país sea justa y equitativa, garantizando que todos los sectores de la sociedad puedan beneficiarse de ella. Es decir, que los órganos de la administración competentes y otros actores acuerden medidas encaminadas a transformar o dar término a una actividad contaminante en los casos que así se amerite.

Asimismo, que se aborden los ciclos de producción y consumo, y se consideren las necesidades socioecológicas de las comunidades y localidades, más las de los grupos vulnerables que las conforman.

Junto con lo anterior, el texto apunta a la incorporación de aquellos elementos que permitan poner término a actividades contaminantes, además de transformar o crear nuevas actividades económicas que hagan posible el paso de un estadio a otro.

En ese sentido, se plantea un desarrollo sostenible, aplicando medidas de mitigación que se adapten a los nuevos tiempos. Lo anterior, haciendo hincapié en la inminencia del agravamiento de los efectos del cambio climático.

Energía, minería y transporte

El texto define que el Estado podrá establecer, guiar, preparar, regular, planificar y desarrollar un conjunto de principios, procesos y prácticas que permitan lograr una transición justa socioecológica.

Los planes sectoriales que establece la norma en tramitación deberán considerar un apartado sobre transición justa en la materia de la que tratan. El énfasis estará en planes sectoriales de energía, minería y transporte.

Sobre lo anterior, se definirá quiénes podrán participar en los procesos de transformar o dar término a una actividad contaminante. Lo anterior, también, en torno a crear nuevas actividades económicas que permitan avanzar hacia un modelo de desarrollo en emisiones de gases de efectos invernadero.

Por último, el texto establece que el proceso educativo deberá incorporar la integración de valores y el desarrollo de hábitos y conductas que tiendan a comprender la necesidad de modificar patrones de consumo, uso de agua y energía y gestión de residuos, para enfrentar una transición socioecológica justa.