La Cámara de Diputadas y Diputados aprobó la resolución 714, en que se solicita al gobierno el diseño e implementación de una nueva política nacional energética y de combustibles, de carácter integral, que contemple mecanismos que estabilicen de mejor manera el precio del combustible para los consumidores finales.

La propuesta obtuvo 91 votos a favor, 32 en contra y 17 abstenciones, y en ella se plantea la eliminación de los beneficios tributarios para el impuesto específico al petróleo diésel. Además, se hace un llamado a avanzar de manera más acelerada hacia la electromovilidad.

En el texto se argumenta que, desde noviembre de 2020, se han evidenciado sólo incrementos sostenidos en los precios de las gasolinas y el petróleo. En efecto, de acuerdo con expertos, el valor de la bencina no bajará de los $1.000, situación que repercute en los bolsillos de todas las familias.

Frente a este escenario, los parlamentarios que presentaron la resolución señalan la necesidad de “tomar cartas en el asunto”, para lo cual solicitan que se diseñe una política de carácter permanente que genere beneficios económicos y medioambientales.

Por un lado, se solicita eliminar la posibilidad de que grandes empresas y exportadores puedan recuperar hasta el 100% del impuesto específico pagado. Junto a esto, se pide avanzar “a paso firme” hacia la electromovilidad, facilitando el desarrollo del sector a través de beneficios arancelarios.

Lo que buscan los impulsores de la iniciativa es promover la industria de la movilidad eléctrica, tanto para consumo a nivel macro como también a nivel particular. Así las cosas, el objetivo es potenciar el cuidado del medio ambiente, la rebaja de los costos para las familias y el desarrollo de la industria local.