En Latinoamérica la electromovilidad comienza a ser un tema relevante, y en ciudades como Santiago, Chile; Medellín y Bogotá, Colombia, y Rosario, Argentina, ya se incorporan buses eléctricos al transporte público.

Así mismo, en Buenos Aires se debatirá este tema durante 2019. Ya se ingresó un proyecto de ley que prohíbe la circulación de transporte público alimentado a combustible fósil (en un plazo de 10 años) que cuenta con el apoyo de las cámaras de transportistas.

“Tomar medidas respecto de la eficiencia energética me parece central para la Argentina. El mundo va hacia la electricidad en la industria automotriz y en la de trenes. Hay varias maneras de producir electricidad. En cambio el gasoil no solo ensucia el ambiente sino que nos obliga a la dependencia del petróleo, gastando más por unidad”, dice el legislador Sergio Abrevaya (GEN), autor del proyecto que incluiría a todos los vehículos de transporte públicos, como autobuses, taxis, entre otros.

“Las automotrices ya están anunciando que dejarán de fabricar motores a combustión interna, tenemos que estar preparados”, afirma Abrevaya.

El proyecto en Argentina tiene apoyo de asociaciones gremiales. Daniel Millaci, presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), dice que “creemos que es una buena iniciativa. Además da la posibilidad de que se utilicen unidades creadas en el país ya que se está trabajando en eso. Obviamente que sería bueno que existiera una línea de créditos blandos para los recambios de las unidades que son un 50% o 60% más caras, pero creemos que es un camino que tenemos que seguir. Hay que empezar a trabajar seriamente con las estaciones de recarga“.

Algunos pasos en ese sentido comenzaron a suceder el mes pasado. Por una alianza entre la petrolera Axion y Enel X se instaló la primera estación de carga en Salguero y Avenida del Libertador, en Buenos Aires.