COVID-19: correlación entre mala calidad de aire y la enfermedad

Andrés Barentin

Gerente GeneralDhemax Ingenieros SpA.

Luego de pasar dos semanas en cuarentena, para evitar el contagio y contagiar a alguien de Covid-19, una vez que el ritmo usual es más un recuerdo y abundan las videoconferencias, uno empieza a revivir sensaciones como el silencio, a veces perturbado por la pasada de un vehículo fósil por fuera de mi ventana y el mundo reparándose, gracias a la reducción de marcha de la humanidad.

Producto de la actividad que ejerzo tanto laboral, como gremialmente, comencé a revisar si es que cuando acabe esto, podremos ayudar a enmendar el rumbo y reducir los impactos de situaciones como el COVID-19 en el futuro.

La respuesta llegó rápidamente, luego de leer e investigar un poco. Llegué a un video (kurzgesagt virus en youtube) que explica lo que hace el COVID-19 en el sistema respiratorio y se encendieron en mí las alarmas sobre la correlación entre mala calidad de aire y la enfermedad. En particular me llamó la atención la posibilidad del virus de crear daño pulmonar y la posibilidad de ser utilizado este daño, por otras enfermedades para aumentar la gravedad del paciente. Este daño parte de una línea base, por lo que, si existe una afección previa o daño pulmonar por mala calidad de aire, la gravedad de la enfermedad y la posibilidad de un desenlace fatal, es mayor.

Al continuar la investigación, pude encontrar frases de expertos, como:

  • “Pacientes con problemas crónicos pulmonares o cardiacos, empeorados por exposición prolongada a contaminación del aire, son menos capaces de pelear contra afecciones pulmonares y es más probable que mueran”. Y “al reducir los niveles de contaminación del aire, podemos ayudar a los más vulnerables a luchar contra esta y las futuras posibles pandemias” – Sara De Matteis, de la universidad de Cagliari, Italia y miembro del comité ambiental de la Sociedad Europea Respiratoria.
  • “Hay pruebas bastante sólidas de que la contaminación del aire aumenta el riesgo de infecciones agudas del sistema respiratorio”. Y “eso (mala calidad de aire) podría haber contribuido a extender el brote en Wuhan.” – John Balmes, un portavoz de la Asociación Americana del Pulmón.

Además de lo que opinan los expertos, existe un estudio[1] del 2003, resaltado por la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA) en víctimas de coronavirus SARS, que concluye que en situaciones de contaminación de aire moderadas, las probabilidades de morir por esta afección fueron un 84% superiores a casos similares en zonas de baja contaminación de aire.

Por otro lado, doctores en Italia reportaron una posible correlación entre infracciones a los niveles de contaminación de aire y los casos de infección por Covid. Este análisis[2] desarrollado por la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental (SIMA) y las universidades de Bari y Bologna detectaron que las altas concentraciones de material particulado entre el 10 y 29 de febrero de 2020, coinciden con los contagios de Covid hasta el 3 de marzo. De hecho, este análisis dice que el material particulado puede actuar como portador de virus y también permite a los contaminantes permanecer más tiempo en suspensión.

Finalmente, frente a esta evidencia y a las cientos de noticias de que el aire está más puro, están apareciendo animales donde no los había (en Santiago encontraron pumas), volvieron cosas inexistentes en puntos de las ciudades como el silencio, hay aguas cristalinas donde antes no… estoy seguro de que Covid es el nombre que le hemos dado al Paracetamol que está usando la tierra para este dolor de cabeza, que somos la humanidad y de que tenemos que avanzar con muchísimo mayor fuerza en soluciones no contaminantes, como la electromovilidad y las energías renovables, para evitar la aparición de medicinas más fuertes por parte de la naturaleza, para ponernos a raya.

Quisiera cerrar con las palabras de Sascha Marschang, secretario de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA), quien dijo:“Una vez que esta crisis acabe, los legisladores deben acelerar las medidas para sacar vehículos contaminantes de nuestras calles y carreteras. La ciencia nos dice que epidemias como el Covid-19 van a ocurrir con una frecuencia creciente. Así que limpiar nuestras calles es una inversión básica para un futuro más sano”.

[1] https://ehjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/1476-069X-2-15

[2] http://www.simaonlus.it/wpsima/wp-content/uploads/2020/03/COVID19_Position-Paper_Relazione-circa-l%E2%80%99effetto-dell%E2%80%99inquinamento-da-particolato-atmosferico-e-la-diffusione-di-virus-nella-popolazione.pdf