Cobalto: ¿Por qué hay empresas en busca de este mineral?

Se estima que la demanda global por este mineral podría crecer un 20% hacia 2020. Esto, impulsado principalmente por el negocio de las baterías, previéndose que el 45% de la producción de cobalto que hoy se vende a este mercado crecerá hasta un 70%.


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En 70 años –desde la época de la Segunda Guerra Mundial– el cobalto en Chile ha pasado más bien inadvertido frente a una industria del cobre fuerte y a un litio cada vez más potente. Pero hoy parece comenzar una nueva era para el Co. El auge de la electromovilidad está impulsando la exploración y extracción de este mineral, toda vez que su uso en cátodos de baterías permite alargar la vida útil de las recargables, despertando el interés de actores mineros.

Hoy, con un volumen de 120.000 toneladas, “el mercado del cobalto es menos del 1% de lo que es el mercado total del cobre”, señala el gerente de Chilean Cobalt Corporation, Ignacio Moreno, puntualizando que “debería triplicar su tamaño de aquí a los próximos diez años, para llegar a un volumen de 300.000 toneladas (hacia 2025-2028)”.

Recién a partir de 2010, gracias a la investigación desarrollada por la industria japonesa vinculada a la tecnología para almacenar energía, se extendió el uso del cobalto como un componente clave en la fabricación de cátodos de baterías litio, sostiene el director de la consultora The Market Pulse, José Meli.

Hasta ese año, el consumo mundial de Co utilizado en aleaciones de aceros especiales para la fabricación de motores y turbinas para la industria aeroespacial llegaba a alrededor de 55.000 ton anuales. “Pero el cambio generado en la demanda (producto de las baterías) elevó el consumo global”, añade el consultor.

Explica que inicialmente las baterías de iones de litio que no utilizaban cobalto se sobrecalentaban, mientras que con su incorporación “se evita que los iones de litio formen dendritas, previniendo el calentamiento”. Ello, gracias a su resistencia a altas temperaturas.

Esta cualidad ha generado un aumento en la demanda de cobalto, derivando en que hoy aproximadamente un 45% de la producción mundial de este mineral se destine a baterías, con la perspectiva de que ese porcentaje aumente a un 60% ó 70%, según señala Ignacio Moreno. “Ése es el motivo por el cual hay muchas empresas buscando cobalto”, dice.

El efecto RDC

Otro factor que ha incidido en el creciente interés por el cobalto es la situación en República Democrática del Congo, que concentra el 60% de las reservas mundiales de este elemento.

Junto al boom de la electromovilidad, las denuncias por prácticas de explotación infantil en las minas de ese país han generado que compañías como Sony o Apple declaren que no seguirán comprando cobalto de esa zona, “y eso significa que la mitad de la producción de cobalto está cuestionada”, constata Moreno.

Esto ha hecho que actores de la industria minera centren su atención en buscar nuevos yacimientos para la extracción y producción del mineral, todo lo cual ha impactado el precio del mismo: subió de US$25.000 promedio por tonelada, hace tres años, US$95.000/ton en la actualidad.

El ex subsecretario de Minería resalta que la demanda está expandiéndose mucho más rápido de lo que la oferta puede crecer, puesto que para producir cobalto se requieren varios años.

Proyecta que la demanda se irá incrementando y que en 2018 podría llegar a 130.000-140.000 ton y en 2019, a 150.000 ton.

El cobalto en Chile

En la zona de San Juan, en la Región de Antofagasta, el fondo de inversiones Genlith, a través de su filial local Chilean Cobalt Corporation, tiene un proyecto en el sector de La Cobaltera, que comenzaría a producir en 2022-2023, después tres años de exploración. Con una inversión de por lo menos US$80 millones, la compañía busca ser pionera en la reactivación de este segmento minero.

De acuerdo con sus estimaciones, las reservas serían del orden de dos millones de toneladas de cobalto. “Hemos avanzado bastante y ya tenemos la geofísica, parte de la geoquímica y estamos cotizando empresas de sondajes”, indica Ignacio Moreno, enfatizando que “hasta ahora los resultados han sido muy interesantes”.

Este proyecto forma parte de un acuerdo de opción que Chilean Cobalt Corporation suscribió con la familia Callejas Molina, que le otorga el derecho de explorar en alrededor de 1.400 hectáreas durante tres años. Luego de ello, decidirán si ejecutan la opción.

Adicionalmente, la compañía tiene un contrato de opción con una empresa ligada a la familia de Alfredo Ovalle (dueños de Minera Las Cenizas), en un terreno ubicado en Carrizal Alto, en Vallenar hacia el norte. “Es un contrato de opción con similares características al firmado con la familia Callejas Molina. También tenemos tres años para hacer exploración, pero ahí hemos avanzado poco, hemos tenido algunas visitas, hemos hecho geoquímica”, acota el ex subsecretario de Minería.

Paralelamente, la misma empresa firmó un memorándum de entendimiento con Enami, cuyo objetivo es focalizar esfuerzos en la definición de un proyecto de tratamiento de minerales con contenido de cobalto, en poderes de compra de la estatal.

¿Dónde se encuentra?

El estudio “Recursos Minerales de Cobalto en Chile, potencial minero y de exploración”, encargado por Corfo a los investigadores Brian Townley, Alejandro Díaz y Rodrigo Luca, del Advanced Mining Technology Center de la Universidad de Chile, arrojó que La Cobaltera, Carrizal Alto y Tambillos-Minillas son sectores donde existe potencial para extraer este elemento.

“Fuimos al distrito de San Juan, sacamos muestras y corroboramos la existencia de cobalto. Aquí hay potencial para yacimientos de cobalto primario. Existe explotación, pero lo que se explota ahí es lo que es más rico en cobre, cobre-oro, y eso va a la planta de procesamiento de Enami en Vallenar, y si hay cobalto pasa derecho al relave”, relata Brian Townley.

El académico da cuenta que La Cobaltera y Carrizal Alto son yacimientos polimetálicos, donde hay cobre, fierro, cobalto y probablemente algo de níquel. Hace ver que el principal desafío es tener una línea de procesamiento que permita la mayor recuperación metalúrgica posible, para pagar la inversión y el costo de operación.

“En estos yacimientos polimetálicos no tiene sentido perder el cobre. De hecho, hoy en día es todo al revés; se explota todo el oro y el cobre, y se pierde todo el cobalto”, puntualiza Townley.

Sobre el sector de Tambillos-Minillas, que se encuentra 15 km. al sur de Coquimbo y desde donde también tomaron muestras, indica que se trata de “dos antiguos distritos mineros en los cuales estuvo, probablemente, la producción de cobalto más importante en Chile, yacimientos que tienen principalmente cobre, cobalto, mucho fierro, oro, que se han estado explotando de forma alternada. De hecho, Florida es una de esas minas que ha estado en explotación”.

Asimismo, los investigadores realizaron un muestreo orientativo en la mina La Estrella, en el distrito El Zapallo, localizado 15 km, al suroeste de Vallenar. “Ahí encontramos mucho fierro, cobre y concentraciones bastante altas de cobalto y níquel”, apunta el geólogo.

Además de los sectores mencionados, está Las Merceditas, en la localidad de El Volcán, en el Cajón del Maipo, que también fue un importante distrito productor de cobalto en Chile hasta 1944. Propiedad minera de Enami, “está totalmente cerrada desde el siglo pasado, no se han realizado más trabajos”, sostiene Townley, añadiendo que se trata de un área polimetálica, con fierro, cobre, oro y cobalto.

Adicionalmente, se tomaron muestras de un sector similar a Las Merceditas, al norte de la Laguna del Maule, propiedad de un particular de Talca. “Ahí hay concentraciones anómalas de cobalto, estamos hablando de 200-300 gramos por tonelada, que evidentemente no son las concentraciones que se pueden explotar, que normalmente son sobre 1%”, comenta el profesor.

En este contexto, el académico hace notar que “toda la franja ferrífera de las regiones de Atacama y Coquimbo tiene un potencial que requiere evaluación para recuperar el cobalto como subproducto”.

Según el geólogo, tanto Lunding Mining, como Pucobre y Mantos Copper están realizando investigaciones para determinar dónde se encuentra cobalto, evaluar concentraciones y cómo recuperarlo metalúrgicamente. 

Recuperación desde relaves

Townley también hace mención al proyecto Corfo de “Recuperación de Elementos de Valor desde Relaves”, indicando que “entre esos elementos, tenemos un enfoque principalmente en todos los que son estratégicos: tierras raras, cobalto, níquel y otros que tienen una fuerte demanda en el mundo tecnológico, donde la oferta que existe a nivel mundial muchas veces es monopólica (por ejemplo, el mercado de las tierras raras lo maneja China)”.

En este caso destaca que la gran ventaja es que “ese material ya está chancado y molido. El costo de recuperación está solamente asociado al costo de separación mineral. No hay un costo de molienda, que es lo más caro en la minería”.

Perspectivas

Como conclusión del estudio “Recursos Minerales de Cobalto en Chile, potencial minero y de exploración”, y de acuerdo a lo conversado con el profesor Brian Townley, se desprende que el potencial absoluto de cobalto en Chile a partir de yacimientos primarios no es comparable, en tamaño, a la gran minería del cobre. Las producciones podrían rondar las 15.000-20.000 toneladas al mes, es decir, más cerca de niveles de la mediana minería.

Según Ignacio Moreno, gerente de Chilean Cobalt Corp., la mayor amenaza para el negocio del cobalto es que la oferta no pueda abastecer toda la demanda y que los productores empiecen a buscar otras soluciones tecnológicas que sustituyan este mineral, “por ejemplo, baterías sin cobalto, o con poco cobalto”, advierte.