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Eléctricas refuerzan ofensiva contra de polémica norma tras quiebra de Campanario

Mar 13, 2012

Asociación de Generadoras apoya la decisión de Guacolda y Colbún, que recurrieron a la justicia en contra de la resolución 239 de la SEC, que modificó el esquema de retiros y pagos en el sistema. Plantean que las distribuidoras también compartan los riesgos.

(Pulso) Con todo se lanzó el gremio eléctrico en contra de los cambios introducidos por la SEC para mantener la operatividad del sistema tras la quiebra de Campanario, pero también a otras decisiones que se tomaron tras el fin de las operaciones de la eléctrica.

El tema ya llegó a la justicia, con sendas demandas interpuestas por Guacolda –empresa ligada a AES Gener y Copec- y Colbún. Ahora, se sumo un intenso lobby llevado adelante por las propias generadoras, que reclaman no tanto por el perjuicio económico –que es real- sino que principalmente por el cambio en las reglas del juego que supone la decisión de la SEC.

El inconveniente suergió una vez que se desató la quiebra de la firma ligada a Southern Cross. El marco regulatorio establecía que tras la salida de una empresa a cargo de un contrato de suministro eléctrico, los pagos por la diferencia entre la compra de energía en el spot y el precio establecido en el contrato con el distribuidor -entre otras Saesa- debía ser asumido a prorrata entre las generadoras que recibían pago por potencia. No obstante, esta norma (la RM 88) varió tras una decisión de la Superintendencia, que comenzó a aplicar el cargo a las empresas que efectivamente inyectan.

Esto, de acuerdo a cercanos a la SEC, buscaba evitar que empresas que no contaran con grandes flujos de caja -en este caso las unidades que recibeb sólo pagos por potencia- incurrieran en gastos que podrían dejarla en una situación similar a la de Campanario.

Sin embargo, para el gremio este cambio no tiene mucha base, pues ya existía un marco jurídico que operaba bien. Además, proponen que de ahora en más sean las distribuidoras las que compartan los riesgos de quiebra de alguna generadora, como ocurrió con Campanario, pues ellas también tienen una obligación con la continuidad de suministro eléctrico con sus clientes.

Lo que se plantea, además, es que el sistema eléctrico tiene herramientas para evitar «cargarle la mano» a un sector en particular, -en este caso el de la generación- pero las decisiones se tomaron con lentitud.

(más información en la edición impresa de Pulso)

Fuente / Pulso

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