Estrategia Bajo la lupa de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), comandada por el fiscal Felipe Irarrázabal, está desde por lo menos marzo del año pasado el mercado de la distribución de combustibles, industria que mueve unos US3.000 millones al año. Lo anterior, por medio de una senda investigación, la cual estaría respaldada con una serie de denuncias particulares, a causa de los altos precios que exhiben las bencinas a nivel país. Además de todo lo recabado a la fecha por el equipo de la propia entidad fiscalizadora, que no sería de menor calibre.
Así las cosas, las continuas alzas en el precio de las bencinas, fenómeno que ha provocado un amplio descontento público y que ha explotado en una serie de manifestaciones en contra, finalizarían con un golpe de timón de la FNE. En esa línea, los diputados PS Alfonso De Urresti y Juan Luis Castro, se reunieron recientemente con el fiscal Irarrázabal con el objeto de pedirle celeridad en la investigación en la que, si bien no existe una fecha determinada de término, su resolución no estaría lejana a conocerse públicamente.
El proceso que lleva la FNE, de acuerdo a Castro, es para revelar “si hay carteles entre los distribuidores de bencina, por los elevados precios de este sector en varias zonas” hacia los consumidores finales. Pese a que la información se mantiene bajo estricta reserva, se tomaron como muestra ciudades emblemáticas del país en el marco de las indagaciones, entre las que se encuentran Valdivia y Rancagua.
Justamente, “le entregamos más información de las ciudades de Valdivia y de Rancagua, donde existe una clara distorsión en los precios de la bencina, siendo las dos zonas con los valores más altos de Chile. La ciudadanía está indignada a causa de esta situación, por eso le pedimos rapidez al fiscal Irarrázabal en esta investigación. Esperamos que termine resolviéndose de la misma manera que lo de las líneas de buses interurbanos”, señaló De Urresti.
COMPLICACIONES
Al mismo tiempo, Castro indicó que lo que más le ha complicado establecer a la FNE son los valores de venta de los proveedores nacionales a las bencineras locales –ítem en el que ENAP representa en torno al 90%–, donde siempre existen “zonas oscuras” y difíciles de esclarecer. ¿La razón? Existe una gran cantidad de negociación “en papel” y poco instrumento más oficial como es el caso del correo electrónico. Punto que ha extendido el proceso.
Cabe recordar que, de acuerdo a un sondeo realizado por Estrategia a 15 mercados del mundo, la cotización local de la gasolina es una de las más altas. Incluso, mayor que la de muchas naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyo nivel de ingresos supera con creces al local. Es así como, respecto al PIB per cápita, corregido por paridad del poder de compra (PPP), se trata de la segunda más cara dentro de la nómina, siendo sobrepasada sólo por Perú.
Fuente / Estrategia