El Mercurio A poco más de una semana de haber sido nombrado ministro de Energía, Rodrigo Álvarez recibió ayer el «bastón de mando» de su nueva cartera en Punta Arenas, su ciudad natal.
La «posta» le fue entregada simbólicamente por Laurence Golborne, quien lideró los ministerios de Minería y Energía antes de pasar a Obras Públicas y se fijó como una meta personal la solución del conflicto del gas en Magallanes, el cual llevó a paralizar completamente la ciudad en enero.
Para simbolizar el traspaso, el ex biministro expuso el anteproyecto sobre la tarificación del suministro para la región, que será presentado al Congreso. Destacó que la iniciativa estipulará que el consumo domiciliario del hidrocarburo no sufrirá ningún tipo de alza por cinco años (excepto la variación del IPC) y que se mantendrá el subsidio para quienes consuman menos de 25 mil m {+3} al mes. Esto ahora tendrá carácter permante y será entregado por el Estado y no por Enap.
El anuncio no dejó conformes a todos los presentes, especialmente a algunos empresarios, aunque el presidente regional de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC Magallanes, Alejandro Kusanovic, se declaró desilusionado.
Incluso se retiró durante la exposición de los ministros, pues consideró que la fórmula perjudicará enormemente a los industriales, ya que en caso de crisis de suministro los usuarios residenciales tendrán prioridad en el abastecimiento.
El anteproyecto de ley considera, asimismo, otras tres medidas fundamentales: Fomento a la exploración del gas, ahorro y eficiencia, y estudios a largo plazo. A su vez, la iniciativa reconoce el GNC para consumos menores a los 25 mil m {+3} , lo que tranquilizará a los taxis colectivos en primera instancia.
Fuente / El Mercurio