El gobierno uruguayo decretó ayer restricciones en el uso de energía eléctrica a familias y empresas debido a que el plan de controles voluntarios no dio resultado ante la crisis energética.
Una sequía afecta a Uruguay en la zona de las represas y también a la producción del agro. Las autoridades meteorológicas informaron ayer que para lo que resta de mayo no se esperan lluvias que cambien el panorama.
Los productores lácteos expresaron ayer preocupación porque la sequía de la cuenca lechera está generando una situación considerada alarmante.
En las oficinas de la Presidencia, el viceministro de Industria y Energía, Gerardo Gadea, fue el encargado de anunciar las restricciones que minutos antes había firmado el presidente Tabaré Vázquez.
Segunda etapa
La decisión del gobierno uruguayo implicó activar la «fase dos» del Plan Nacional de Ahorro Energético, que obliga a los consumidores a reducir la iluminación y la utilización de aparatos eléctricos en comercios y viviendas.
«La situación no es de las mejores, sigue siendo preocupante, y es por lo tanto necesario ingresar en esta fase», dijo Gadea.
El funcionario explicó que el decreto «plantea la inhabilitación del 50 por ciento de los ascensores en edificios y de las escaleras mecánicas», y que las residencias familiares no podrán «mantener iluminados porches y fachadas», aunque habrá excepciones para no «afectar lo que es la seguridad». Los comercios deberán «mantener apagados los equipos eléctricos para exhibición y venta», así como «el 50 por ciento de la iluminación interior de los estacionamientos, de los avisos luminosos y de las luces de vidriera».
Los espectáculos públicos deberán realizarse en «horario diurno». La empresa estatal de energía eléctrica (UTE) controlará la aplicación de esta medida y queda habilitada para sancionar los casos de incumplimiento.
Fuente: La Nación, Argentina.