Los 2.750 MW de potencia instalada que promete el megaproyecto hidroeléctrico HidroAysén se han vuelto objeto de fervorosas declaraciones. Casi tan intenso como el rechazo ecologista a la construcción de las cinco centrales en los ríos Baker y Pascua (Región de Aisén) que proyecta HidroAysén se ha vuelto el respaldo que el Gobierno ha dado al desarrollo hidroeléctrico en la zona. Durante febrero, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, sorprendió al dar su parecer sobre si deben construirse o no las centrales de Endesa y Colbún en la Patagonia.
«Por supuesto que sí. Creo que, con el debido respeto a todo el tema ambiental, se está haciendo con mucha prolijidad, el desarrollo hidroeléctrico en Chile es un asunto que debemos abordar, y debemos hacerlo con toda la decisión del Estado», dijo hace varias semanas el titular del Interior.
Pese a que las palabras del secretario de Estado no fueron bien recibidas por los ecologistas -Juan Pablo Orrego, de Ecosistemas, las calificó de «una operación política» que no se veía desde la construcción de la central Ralco-, las señales a favor de las obras no cesaron, ya que durante marzo la Comisión Nacional de Energía (CNE) incluyó por primera vez en el plan de obras (del informe preliminar de precio nudo de abril de 2008) la recomendación para desarrollar centrales hidroeléctricas en la Región de Aisén.
Fuente: El Mercurio.