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(Chile) Multinacional belga cierra planta de Cerámicas Cordillera por alza «exorbitante» del gas

Abr 8, 2008

* "La posibilidad de quiebra existe; tomamos la decisión hoy porque tenemos la capacidad de pagar (los pasivos)", explicó.

La planta de Cerámicas Cordillera, ubicada en la comuna de Quilicura, cumple este año sus bodas de plata. Pero no habrá muchas ganas de celebrar. El directorio de la compañía, ligada al grupo belga Etex, tomó la decisión de cerrarla por el insostenible aumento en sus costos.

«La situación que vive Cerámicas Cordillera se debe especialmente al aumento exorbitante del precio del gas, su principal insumo, que experimentó alzas cercanas al 600% en los últimos cinco años y que hoy alcanza valores que son hasta seis veces más altos que los que pagan los fabricantes de productos cerámicos en países vecinos; y al valor del dólar derivado del alto precio de los principales productos de exportación de nuestro país», dijo el gerente general de la firma líder de este rubro en Chile, Roberto Calcagni.

Estas circunstancias hacen imposible a Cerámicas Cordillera fabricar productos cerámicos que puedan competir con los que son importados.

Así, a partir de este jueves, la planta de Quilicura dejará de funcionar. Serán despedidos 517 trabajadores, de una plantilla total de 600. Según explicó Calcagni, el costo del plan de desvinculación ronda los US$ 6,4 millones.

¿Y cuál será el futuro de la compañía? En un principio, seguirá cumpliendo con sus compromisos, aprovechando el stock que tiene, el cual podría durar tres meses. De ahí en adelante no está claro el camino. Ni siquiera si se venderá la planta.

«La posibilidad de quiebra existe; tomamos la decisión hoy porque tenemos la capacidad de pagar (los pasivos)», explicó.

Las obligaciones de la compañía, según dijo, suman alrededor de 3 mil millones (unos US$ 30 millones), siendo los bancos los principales acreedores.

«El directorio tomó la decisión de terminar las actividades fabriles de la empresa en un momento en que, si se lleva cabo un cierre ordenado, aún puede cumplir con los compromisos y obligaciones que mantiene», sostuvo el ejecutivo.

Según explicó, la complejidad que ha debido enfrentar la compañía «no es extrapolable» a otras firmas. Y es que el proceso de fabricación de cerámicas no permite el uso de otros combustibles que no sea gas, pues, en el caso del petróleo, sus residuos dejan manchas.

Es así como el 70% del consumo energético es gas. El otro 30% es petróleo.

«Las cuantiosas inversiones realizadas en el último tiempo y el esfuerzo de todo su personal no lograron revertir el efecto negativo provocado por las actuales estructuras de precios y costos, las que han ocasionado a la empresa pérdidas de .000 millones en los últimos tres años», sostuvo Calcagni. «De continuar las actividades fabriles, según las estimaciones de la empresa, proyectamos pérdidas muy superiores a las registradas en años anteriores y que la compañía no está en condiciones de absorber», agregó.

Cordillera tiene el 43% del mercado chileno de pisos y revestimientos cerámicos. El resto es abastecido por la competencia que importa toda su oferta.

«Queremos tomar una parte de eso, vía productos importados; es la base del futuro», dijo el ejecutivo. La importación sería desde las plantas que maneja Etex -que en el país también controla Pizarreño- en Perú y Argentina. Pero éstas no tendrían capacidad de producción.

Respecto al futuro de los trabajadores, dijo que éstos serán una preocupación prioritaria, considerando que hay muchas empresas del rubro que necesitan gente del nivel que tiene Cerámicas Cordillera. El gerente general de la empresa agregó que el cierre de la planta fue informado ayer al Gobierno.

Methanex y Zalaquett también toman medidas

A fines de abril del año pasado, las restricciones en el abastecimiento de gas argentino en el complejo de Methanex, en Magallanes, obligaron a la compañía de origen canadiense a cerrar provisoriamente una de las cuatro plantas de producción de metanol.

Hoy, la situación es aún más crítica, y el principal productor de metanol del mundo está operando sólo al 30% de su capacidad total por los cortes del hidrocarburo. Tan crítico es el escenario, que hace algunos días la empresa anunció el despido de 39 personas, que representa el 15% de su equipo profesional en el país.

La compañía fue la primera en tomar medidas drásticas. Pero varias empresas medianas -principalmente agrícolas y textiles- han debido bajar su capacidad de producción ante el alza del gas. Además, a este factor se suman el alza que ha registrado el petróleo y la fuerte caída del tipo de cambio.

Más radical fue la determinación de la empresa Zalaquett, ligada al empresario y consejero de la Sofofa Marcelo Zalaquett. La compañía determinó cerrar su planta en la comuna de Macul para concentrar sus operaciones en Lima, Perú.

La mayor fabricante chilena de etiquetas para productos textiles -tejidas, estampadas, cartón y código de barras- dijo, al anunciar la medida, que en el país vecino es mucho más barato producir que en Chile.

Del total de la planilla de trabajadores, 100 están siendo finiquitados. En tanto, otros veinte se mantienen en la filial comercial en que se transformó Chile. Y es que desde Perú exportarán a los mercados que abastece y donde tienen filiales comerciales: México y Argentina, además de Chile.
Fuente: El Mercurio.

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