De la mano de los sectores minero, energético y la construcción, las inversiones en Chile no cesan. De hecho, los proyectos ingresados a tramitación ambiental llegaron a US$ 3.800 millones sólo durante los tres primeros meses del año, de los cuales no pocos superan los US$ 50 millones.
Pero, si bien los montos son elevados, la inversión ingresada a tramitación ambiental es casi US$ 1.800 millones menor que los US$ 5.638 millones en proyectos que se contabilizaron en igual período del año pasado. Esto, según datos de la Comisión Nacional del Medio Ambiente, que se encarga de revisar y aprobar o rechazar los proyectos sugeridos por empresas y entidades públicas y privadas.
Es más. Contando sólo los proyectos ya aprobados que fueron presentados entre enero y marzo de 2007, la cifra es de US$ 3.113 millones. Es decir, ya están en condiciones de ser iniciados.
Un número menor aún sigue en proceso de revisión, mientras que cerca de US$ 1.323 millones en planes de las compañías no fueron admitidos a tramitación, ya que contenían errores o les faltaba información.
Desincentivos
¿Cuáles son las razones del menor ingreso de proyectos? Algunos dirigentes gremiales han planteado que en sectores orientados hacia la exportación, como el agro, la industria y el forestal, existe mayor cautela que hace un año a la hora de planificar proyectos, debido a dudas sobre la rentabilidad futura.
Esto, a raíz del bajo tipo de cambio, que hace perder competitividad a los envíos locales. También afecta la crisis energética, considerando que los costos de electricidad para las compañías han subido varias veces, debido a la crisis del gas argentino.
Según un consultor contactado por «El Mercurio», las empresas están dedicando más tiempo a mejorar sus estudios y declaraciones de impacto ambiental, debido al alto número de rechazos y a que, además, la Conama y los servicios regionales dedican más horas y recursos en revisar los documentos entregados por las compañías.
Otro elemento relevante tiene relación con la organización de las comunidades, que han comenzado a participar con más fuerza en los procesos de tramitación de permisos ambientales, durante el período de consulta pública, sobre todo en proyectos energéticos y mineros.
Más de un tercio de las inversiones se desarrollarán en el norte del país, impulsadas por el boom minero
El llamado «nuevo boom minero» está disparando las inversiones en el norte del país. Esto, asociado al factor energético, porque los nuevos proyectos ingresados durante el primer trimestre de este año han ido de la mano con inversiones en el sector generación, precisamente para poder abastecer las nuevas operaciones en carpeta.
De hecho, el mayor de todos los proyectos incluidos en la base de datos de la Conama es el proyecto Cerro Negro Norte, más conocido como HierroAtacama II, de Minera del Pacífico (filial de CAP).
La compañía, ligada al empresario Roberto de Andraca, prevé invertir US$ 340 millones en la Región de Atacama, en el marco de un plan que busca duplicar su producción del mineral de hierro en los próximos cinco años.
El segundo proyecto más grande ingresado a tramitación durante el primer trimestre del año es la nueva unidad de refinería de Enap, en Concón, que costará US$ 300 millones. Más atrás está el proyecto súlfuros de Radomiro Tomic (de Codelco, en la Región de Antofagasta) y la instalación de turbinas de cogeneración eléctrica en Ujina, yacimiento de Collahuasi, que costará US$ 117 millones. El proyecto inmobiliario Santa María, de Socovesa, cierra la lista de los más grandes.
Fuente: El Mercurio.